La literatura infantil es un género que no lo definimos tanto por sus propios
rasgos, sino por los receptores, el nacimiento de la literatura infantil, se
relaciona con la pedagogía, la moralidad y el folklore.
Según Juan Cervera, la literatura infantil como tal, surge a partir del momento
en que se empieza a considerar al niño como a un ser con entidad propia y no
sólo como un futuro hombre.
A partir de ese momento, se comienza a escribir para el niño, a finales del
siglo XIX, es cuando Calleja, saca a la venta unos libros de bolsillo, que se
publicaban semanalmente, que tenían un coste bajo, y estaban al alcance de los
niños de la clase media, y se crea así la primera editorial de literatura
infantil, bajo el nombre de Saturnino Calleja e hijos.
A medida que va pasando el tiempo, todo va evolucionando, no sólo la sociedad,
las personas o el medio en el que se vive, también la literatura evoluciona y
sufre cambios con el paso del tiempo; estos cambios de los que hablamos los
podemos ver a través de los personajes de los cuentos, como pasan de ser
personajes planos, que son definidos por alguna característica en concreta,
(Guapa – Lista), (Rico – Egoísta) etc., a ser personajes que poco a poco van
sufriendo cambios en su persona, como paralelamente los van sufriendo los niños
en su día a día.
Ya hacia 1835, Andersen publica el primer fascículo de los cuentos contados a
los niños. Esta colección obtiene un gran éxito y es continuada casi cada año
(con obras como La sirenita, Pulgarcita, El patito Feo…).
A finales del siglo XIX destacamos a Julio Verne, sus obras alcanzaron los
30.000 ejemplares; y en la segunda mitad del siglo fue ampliándose
progresivamente la obligatoriedad de la escolaridad, y supuso la necesidad de
libros de texto, y de lecturas para los niños. Algunas de sus obras más conocidas
son: Cinco semana en globo (1863), Viaje al centro de la Tierra (1864), La vuelta
al mundo en 80 días (1873) etc.
Por ejemplo a la largo de la historia del libro infantil podemos destacar las
fábulas de LA FONTAINE en Francia, por ser el libro más vendido en la primera
mitad del siglo XIX con 240 ediciones. A lo largo del siglo XIX fueron surgiendo
distintos tipos de géneros entre los libros infantiles a medida que se lectura y
sus traducciones se extendían.
Enid Blyton es conocida como la autora más famosa de libros para niños y
jóvenes, ya que escribió más de setecientas obras llenas de acción y suspense
desde los años 1915 hasta 1968. Sus historias van desde una tranquila merienda
de vacaciones de verano, a aventuras peligrosas, con espías, ladrones, tesoros…
Las historias de los cinco, las historias de aventura, de misterios,
las historias de las mellizas en santa clara…
Sin embargo, no es hasta el año 1928, cuando Elena Fortún crea el primer libro
donde Celia, la protagonista del cuento, crece y cambia de gustos, como las niñas
que leían los cuentos; es decir, la autora a la hora de escribir tuvo en cuenta
tanto los momentos evolutivos como los gustos que tenían las niñas, y cómo iban
cambiando con el paso de los años.
- Un cambio en la historia:
Es en los años 70 se produce un cambio en la educación con la Ley General
Educativa (LGE), y esto supone un cambio para la literatura infantil que había
hasta ahora. Se introduce la lectura en el aula, se escriben cuentos donde los
niños se puedan sentir identificados, y dentro de la sociedad en la que viven;
como por ejemplo Oliver Buttom es una nena de Tomie de Paola, publicado
en 1979, cuenta, la historia de Oliver, un niño que al principio se meten con
él en la escuela, pero luego eso cambia; a partir de los años 70, se produce
el boom de la literatura española, ya que la nueva ley, impone que hay que
leerse 5 libros al año, uno por cada evaluación, y esto supone que todas las
editoriales comiencen a sacar libros infantiles de lectura dirigidos hacia
los niños.
A partir de los años 70 se da un gran cambio en cuanto a la voluntad
artística a la hora de la creación de cuentos, ya que se pasa de un mentalidad
de ver el libro como una fuente de ingresos a través del entretenimiento que
éste proporciona, como una fuente no solo de entretenimiento, también de
enseñanza de contenidos y valores al niño.
Los libros de literatura infantil los podríamos dividir según la función que
tenga, son libros que inician el acceso a la representación de la realidad
ofrecida a través de la literatura y compartida por una sociedad determinada,
además de desarrollar el aprendizaje de las formas narrativas, poéticas y
dramáticas, se debe ofrecer una representación del mundo que sirve como
instrumento de socialización de las nuevas generaciones.
Primero antes de conocer qué les gusta a los niños según la edad que tengan,
debemos tener en cuenta, para quién se está escribiendo y por tanto cómo
hay que hacerlo, es decir, ¿se escribe para el niño tal y como es ahora,
o se debe hacerlo pensando en el hombre que será en un futuro?, muchas veces
los padres, o los profesores, nos preocupa la presencia del mal o las escenas
de crueldad en algunos libros, como ocurre en los cuentos de Caperucita
y el lobo, donde el cazador mata al lobo, el de los tres cerditos, donde
el lobo acaba quemado, la bruja mala en el de Blancanieves… y sin embargo
lo único que se muestra con estos cuentos, es el triunfo del bien,
sobre el mal, y estos modelos no deben preocupar, pero por eso debemos
tener en cuenta que los cuentos infantiles suelen terminar con un final
feliz.
Por eso tanto como para mantener la atención del niño, divertirle y excitar
su curiosidad, como para estimular su imaginación a través de la lectura, es
necesario a la hora de escoger un buen libro los gustos de cada uno.
- Literatura infantil y sus géneros:
En cuanto a los distintos géneros literarios infantiles, vemos que comparten
características muy similares, aunque también algunas diferencias con los
géneros literarios característicos de la literatura para adultos.
En el teatro infantil, podemos distinguir dos partes, una que es literaria,
y otra que no lo es; la literaria, nos referimos al texto escrito, mientras
que la no literaria, nos estamos refiriendo a la interpretación en sí
del texto escrito; normalmente es más difícil mantener más tiempo la atención
de los niño, por lo que debemos llamar su atención de forma más continua, con
recursos como la exageración, los gestos… en cuanto al lenguaje, debe ser más
simple y más sencillo, para un mejor entendimiento del texto. En cuanto al
número y las características de los personajes, no deben ser muchos los
personajes para favorecer el entendimiento de la obra, y deben ser personajes
con la personalidad muy marcada y cercana al niño.
Podríamos destacar obras teatrales escritas para niños como (El príncipe que
todo lo aprendió en los libros), de Jacinto Benavente, (La niña que riega la
albahaca y blanca flor), de Alejandro Casona, etc.
En la prosa infantil normalmente nos encontramos como protagonista a un héroe,
con el que los niños se puedan sentir identificados, en este tipo de creaciones
se suele escribir mucho o sobre niños buenos o malos, sobre un extremo u otro,
sobre el bien y el mal, sobre el éxito, o todo lo contrario… en la prosa como
en el resto de géneros literarios, hay que cuidar el lenguaje, la composición,
la estructura y todo lo que sea necesario, para que los niños comprendan el
escrito de la forma más fácil posible.
Encontramos cuentos como los de (Celia) de Elena Fortún, la colección de los
libros de Calleja, (Antoñita la fantástica) de Borita Casas etc.
En la poesía de autor podemos distinguir aquella que es escrita para el niño,
y aquella que no. La poesía infantil debe estar escrita con fluidez y brevedad;
deben ser creaciones sencillas, no deben ser cómicas, aunque el tema sea
humorístico, deben ser poesía que hablen sobre la fantasía, sobre lo cotidiano
o lo doméstico.
El lenguaje en la poesía infantil, debe cuidarse mucho, ya que en muchas
ocasiones las construcciones resultan incomprensibles hasta para el adulto.
Si distinguimos la poesía, podemos decir que en España no se hace caso a la
poesía, es cierto para la lírica. La poesía dramática ha tenido mejor suerte,
el problema quizá resida en que a los niños no se les enseña a leer poesía.
José Hierro.
Y tiene toda la razón, porque la poesía aunque es rica, porque hay mucha
escrita, el problema es que no se ha leído mucho en el colegio, y por eso,
los niños no leen poesía.
Podemos destacar grandes poetas dedicados a la poesía infantil como Lope
de Vega, Federico García Lorca o Gloria Fuertes.
- ¿Qué les gusta a los niños?
Lo primero que debemos tener en cuenta es que el niño no va a tener una
capacidad de lectura autónoma o consciente hasta los siete u ocho años;
y a partir de ahí como futuros maestros, tenemos que saber escuchar a
los niños, y preguntarnos cuáles son sus intereses y sus inquietudes,
según el momento evolutivo de cada niño para saber qué libros recomendarles;
también tenemos que saber qué es lo que está de moda en cada momento, las
películas, las series, los libros… según las edades de los niños.
Dependiendo de las edades encontramos distintos gustos e intereses en los
niños en relación con la literatura; es verdad que los niños de hoy en día
prefieren los libros de fantasía, de creación… ya que son más atractivos
para ellos.
También para ponernos en su lugar deberíamos pensar qué era lo que nos
gustaba leer a nosotros, aunque haya muchos años de diferencia, podremos
entender así que los gustos por la lectura son muy distintos entre los niños,
aunque sean muy parecidos, y tengan la misma edad.
¿Qué es lo que debemos tener en cuenta en la evolución de los intereses
del niño con la literatura?
- Hay una primera etapa animista que va desde los 2 hasta los 6 años:
En esta etapa, los temas favoritos de los niños son las historias rimadas,
los animales humanizados o no, protagonistas de narraciones reales o ficticias,
temas (personas, cosas y lugares) del entorno socio-familiar en que viven
(familia, ciudad, pueblo, campo, escuela, coche, gato…), cuentos sencillos de
hadas, folklore infantil, fábulas sencillas, libros de imágenes, fantasía por
vía sensorial, libros ilustrados, libros diorama (imágenes recortadas y
sobresalientes, con movimiento o fijos).
Cuentos como por ejemplo: Manolo Multón y el mago Guasón, el gigante invisible…
- La segunda etapa, la imaginativa, va desde los 6 a los 8 años:
Los temas favoritos de los niños son sobre animales tanto domésticos como
salvajes, que hablan, sobre el ambiente familiar (el hogar, el juego,
la escuela), cuentos sencillos, narraciones sencillas sobre la naturaleza,
la historia, la sociedad tanto reales como ficticias, aparatos mecánicos
(coches, tractores…), fábulas, leyendas, mitos, cuentos folklóricos y
maravillosos, tradicionales, libros que respondan con sencillez a
sus “por-qués”, cuentos burlescos y humorísticos, aventuras, detectives,
miedo, pandillas, cuentos fantásticos, historias de la vida real…
Cuentos del tipo de: Este cuento huele mal, el tren saltamontes,
la foca arcoíris…
- La tercera etapa, la fantástico-realista, desde los 9 hasta los 12 años:
Los niños suelen rechazar los cuentos maravillosos, a las niñas pueden
todavía gustarles, pero pasan de ellos a los temas sentimentales y amorosos,
cuentos de aventuras, fantásticos, biografías de héroes, exploradores,
conquistadores… cuentos de animales salvajes o domésticos tanto reales como
ficticios, países, pueblo diversos, invención, mecánica, ciencia y
experimentos científicos, deportes y juegos, humor, poesía, mitología clásica
o grandes cuentos clásicos.
Y los cuentos que podemos encontrar de 9 a 12 años como: El tesoro más
precioso del mundo, Mari Pepa y el club de los pirados…
Evolución de los intereses del niño en relación con la literatura
(Francisco Cubells).
Teniendo en cuenta los momentos evolutivos del niño, podemos realizar una
selección de libros, aunque en ocasiones se puede no acertar con los gustos
de los niños; por eso es muy importante, estar a la orden del día con los
gustos actuales; aunque también podemos tener en cuenta a la hora de buscar
que les gusta a los niños, qué es lo que más se lee, que en la mayoría de
casos será porque se ha puesto de moda.
Hay que tener en cuenta a la hora de escoger los libros para las distintas
edades, aspectos como el lenguaje, el tipo de letra (que será conveniente
que sea distinta según la edad que se tenga), las ilustraciones, ya que
son muy importantes para meterse de lleno en la historia, como para motivar,
porque normalmente antes de leer un libro lo ojeamos y dependiendo de
la sensación que nos haya dado a primera vista lo leeremos o no, y también
el vocabulario que debe ser adecuado según la edad para la que está escrito
el libro.
De manera que podemos encontrar distintos tipos de literatura, según los
géneros, que vienen determinados por la técnica, el tono, el contenido, la
longitud… se suelen preferir los textos en verso, que proporcionan una mayor
capacidad para el juego y la memorización; aunque los cuentos fundamentalmente
son escritos en prosa.
También a la hora de seleccionar los libros no sólo podemos tener en cuenta
los gustos y los temas, también debemos tener en cuenta los personajes, el
protagonista, el espacio y el tiempo en el que se desarrolla la acción,
el lenguaje que se emplea, el formato, el estilo la expresión y el propio
contexto donde se desarrolla la acción.
Tanto los personajes, como el protagonista deben ser cercanos, de manera que
el niño se pueda identificar con la historia, y con la realidad en la que
él vive, es decir que la historia se desarrolle en un entorno familiar,
o todo lo contrario, en un lugar de fantasía y ficción.
- ¿Cuáles son las características que deben tener los cuentos según la
edad y la etapa del desarrollo lector?
De 5 a 7 años, encontramos cuentos que normalmente les permiten trabajar
sus temores personales, que les hablen de la importancia del individuo,
cuentos de trama predecible pero con finales sorprendentes; textos cortos,
con grandes ilustraciones que verifiquen la comprensión de lo que se lee.
De 7 a 9 años, son cuentos de lectura fácil, historias y ubicaciones
definidas y reales, personajes con los que sea posible identificarse,
primeros libros de capítulos, narrativa con episodios…; se comprenden
textos cortos de lectura fácil sin ilustraciones, y pueden leer
comprensivamente la ficción y la fantasía.
De 9 a 11 años, ya se puede empezar a emplear distintos tipos de
expresión escrita, jugar con el lenguaje, narrar temas que reflejen
las situaciones de los adolescentes, pueden ser textos más largos y
complejos en ideas, estructura y lenguaje, ya que hay una mayor fluidez
en la lectura.
Por último de 12 a 13 años, la literatura puede tratar temas como la
muerte u otros episodios dolorosos, la narración con un uso distinto
del lenguaje que hace más interesante la composición, como los cambios
de ritmo, se suele hacer uso del lenguaje figurado, se hace consciente
al lector de su papel social, le hace consciente de su propia mortalidad…
(Características de los cuentos según la edad y etapa del desarrollo lector).
http://sol-e.com/motor.php?id_seccion=7&subsec=81&separata=1&ideaok=59
Podríamos decir que las características fundamentales para que los libros
sean atrayentes para los niños según la edad, es que tienen que seguir una
estructura basada en los gustos de los niños, que vaya acorde con la edad
y el momento evolutivo de los mismos.
En muchos casos los protagonistas de los cuentos en torno a quien gira
la trama central del libro, suelen ser personajes que se asemejan en muchos
casos a los niños a los que va dirigida esa lectura, de manera que se puedan
sentir identificados con el protagonista, y eso hace que el libro sea mucho
más cercano e interesante para el niño.
- ¿Cómo se analiza un libro infantil?
A la hora de analizar si un libro es o no es adecuado para nuestros
alumnos, debemos valorar varios aspectos, no podemos partir de un único
aspecto a valorar, tenemos que tener en cuenta las edades de los niños a
la hora de seleccionar los libros, ya que no es lo mismo analizar un libro
para niños de 6 años, que para niños de 12, ya que es una gran diferencia
de edad, y por tanto tendrán gustos muy diferenciados, además de estar
en etapas evolutivas totalmente distintas.
Si hay algo que tenemos que tener claro es que para poder acertar con la
selección de los libros, debemos basarnos en un aspecto objetivo, que
sería la etapa evolutiva en la que se encuentran los niños, y un aspecto
subjetivo, que son los gustos de cada uno, que varía con mucha rapidez,
teniendo en cuenta que influye mucho lo que está o no está de moda ya que
muchas veces las cosas dejan de estar de moda de un año para otro.
Además de todo lo anterior es necesario para acertar con la elección de
una lectura adecuada, que nos fijemos en otros aspectos como los personajes,
el espacio donde se desarrolla la acción, el tiempo en el que trascurre, la
estructura del propio libro, o los valores que trasmite.
Para que un libro llegue a los niños y sea cercano para ellos debe tener
características similares, personajes con los que se pueda sentir
identificado, un contexto con el que él se pueda meter de lleno en la
historia, podría ser un ambiente familiar, o un ambiente lleno de fantasía
y ficción.
Bibliografía:
CERVERA, J. (1984) La literatura infantil en la educación básica. Cincel. Madrid.
CERRILLO, P. y GARCIA PADRINO J. Poesía infantil: teoría, crítica e
investigación. Universidad Castilla la Mancha.
Webgrafía:
www.almezzer.com
www.bebesymas.com
Te voy a poner Perfecto porque realmente te lo estás currando muy bien y lo has mejorado mucho con respecto al borrador anterior, pero no olvides citar las fuentes de donde sacas las cuestiones teóricas. La bibliografía y la webgrafía finales son para nombrar las páginas que has consultado en general; las referencias directas (como por ejemplo, las características de los cuentos según las edades de los lectores) deben citarse justo después del párrafo o del punto en que aparecen.
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