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jueves, 29 de diciembre de 2011

¿Qué aprendemos?


Siempre nos preguntamos para qué sirve lo que estamos aprendiendo, qué sentido tiene, que utilidad… y pueden ser tantos los interrogantes que nos hagamos…como las respuestas que hallemos.

A raíz de lo que hemos podido aprender en este bloque, hemos ido viendo como antiguamente los cuentos más que tener un carácter moralizador o didáctico, su función básica era de entretenimiento. Tenían contenidos más fuertes, se contaban las cosas a los niños sin tantos tapujos como se les cuenta ahora, porque antiguamente no era preocupación de los padres que los niños se diesen cuenta de la realidad tal y como era a una edad temprana; no se les escondía las cosas, el tema del amor detalladamente contado, la muerte… nada de nada, en cambio ahora cada vez nos preocupa más que a los niños se les hable de esos temas… porque son pequeños, se les pueden crear traumas… y un largo etcétera.

Por ejemplo los cuentos folclóricos clásicos que todos los niños de hoy en día conocen, sufren grandes adaptaciones hasta llegar a ser el que consideramos como original y apropiado para contar a los niños, ya que los cuentos originales nos parecen en muchísimas ocasiones cuentos que tienen una gran cantidad de contenidos inadecuados para la edad de los niños, y para el público al que va dirigido.

Para hacer buenas adaptaciones, que no es fácil muchas veces ceñirte a un patrón determinado, puedes estar pensando en hacerlo de una forma, y al final te acaba saliendo de otra forma totalmente distinta a cómo te lo habías imaginado…

Lo que siempre debemos tener en cuenta a la hora de adaptar los cuentos son las necesidades de nuestros niños, el público al que va dirigido, ya que una adaptación varía dependiendo de las características que presenten los niños como puede ser la edad, u otras tantas características.

Debemos tener siempre en cuenta que un cuento no debe sufrir muchas adaptaciones, es decir, que no es recomendable, que de una adaptación que se ha hecho a un cuento original, ésta sufra otras dos adaptaciones más, porque acabaríamos cayendo en no adaptar, sino modificar el cuento.

A la hora de adaptar los cuentos debemos tener siempre en cuenta, que todos siguen una estructura similar, los cuentos representan el paso de la niñez a la vida adulta, en esa niñez, se encuentran en el núcleo familiar, donde se le protege de esa inocencia infantil y del peligro exterior.

En un momento determinado el personaje debe abandonar el núcleo infantil, huir de casa, marcharse, y a partir de ahí vive aventuras, miedos…. Hasta que llega a la vida adulta.

Durante este bloque hemos visto la cantidad de hadas, duendes, gnomos... que nos rodean y hasta dónde nos han llevado a través de la fantasía y la ilusión con la que hemos conocido distintas historias y hazañas de rayes, bandoleros, princesas, madrastras, bestias...
Con estas historias tan fantásticas, hemos podido ver que tampoco está tan lejos la ficción de la realidad, ya que muchas veces te metes tanto en la historia que te crees que las aventuras y los personajes que te rodean son reales.

Hemos aprendido cómo debemos contar los cuentos, y cómo una historia parece más interesante cuando es leída por otros, o simplemente descubrir una historia diferente que parte de un guión ya conocido, como el cuento contado en clase, Blancanieves y los siete bandoleros, que te atrae, que quieres saber más, y qué ocurre en cada momento...

Para realizar una buena adaptación debemos tener en todo momento muy presente la estructura del cuento para mantener los puntos clave de la historia intactos, para no modificar la historia radicalmente, porque si no, estaríamos en vez de adaptando el cuento, creando un cuento nuevo.

Para eso también es muy importante tener en cuenta cuáles son los motivos de los cuentos, por ejemplo en el caso del cuento de Blancanieves, el motivo es de fuga y persecución, tienen que irse corriendo de su casa porque la madrastra le persigue.

A mí personalmente me ha costado pensar cómo podía hacer la adaptación del cuento ya adaptado presentado en clase, porque dudas si estás adaptando, si es correcto, si no lo es, si estás dejando sin modificar el esquema o patrón principal del cuento… por tantas razones…

 Para terminar tenemos que tener en cuenta que unas historias que parecen más interesantes que otras, que suelen parecer más interesantes también cuando son leídas por otros, por eso nunca debemos perder esa tradición de contarles a los más peques las historias como nos las contaban a nosotros cuando éramos pequeños.

Y por último resaltar la importancia que tiene tanto para los niños como para los profes estar en continuo aprendizaje, ya que es importantísimo para nuestra futura labor como docentes, formarnos pero no sólo nosotros como docentes, sino también como niños que debemos ser a la hora de enseñar, ser capaces de retroceder el tiempo atrás, aunque sea difícil, y buscar qué es lo que les puede gustar, ponernos en su pellejo, por eso, debemos ser como niños, y no olvidar que nosotros también lo fuimos.

La princesa de los cuentos de hadas...


Había una vez una princesita que vivía en un reino, en un lugar del sur de un país que se llamaba España, en esa zona del sur que se llamaba Sierra Morena. La princesa de Sierra Morena se llamaba Blanca y vivía con su padre, el rey y su madre, la reina. Y todos ellos en palacio eran muy felices.

Un día la madre de Blanca enfermó y se puso, tan mala que nadie en el reino la pudo ayudar, una noche lluviosa, la madre de la princesa murió. Pero antes de morir, la reina, le regaló un colgante. En él su madre había guardado un mechón de pelo junto a un retrato suyo.

Blanca, que era pequeña, se puso muy triste porque no estaba su madre y todas las noches se acostaba sujetando el colgante que le había regalado. El rey como todavía era joven, decidió casarse de nuevo. Su nueva mujer le prometió que sería una verdadera madre para su hija.

El tiempo pasó rápido y la princesita se convirtió en una joven muy bella. La madrastra, siempre había tenido envidia de la niña porque era muy guapa y se parecía mucho a su madre. Este envidia aumento a medida que Blanca crecía y se volvía más hermosa. La madrastra no lo soportaba y un día decidió ir de paseo con ella por la montaña, alejadas de palacio.

Blanca no se dio cuenta del plan que había organizado su madrastra hasta que fue demasiado tarde. La empujó desde lo alto de la montaña y cayó rodando hasta que llegó a una zona llana de la montaña.

La madrastra se volvió a palacio, pensando que habría muerto al haber visto la caída de tantos metros que “desafortunadamente” había sufrido su hijastra. Al llegar le contó al rey que la princesa se había muerto al caer por un descuido en la montaña. El rey estaba muy triste porque había perdido también a su única hija y heredera del reino de Sierra Morena.

Pero la princesa, no murió, aunque no evitó que se arañase, por todas partes. Tenía heridas en los brazos, las piernas, la cara… pero al menos estaba viva.


Con tantas heridas como tenía sabía que no llegaría muy lejos, pero no podía quedarse allí, necesitaba ayuda, asique Bianca, comenzó a andar entre los matorrales.

Al poco tiempo, oyó unas voces. Blanca emocionada porque por fin había encontrado a alguien que la podía ayudar, siguió el sonido de las voces hasta que se encontró con siete sirvientes de palacio.
Uno de ellos al verla tan herida salió a su encuentro a ayudarla, ya era tarde, y sin saber mucho de ellos, aceptó la invitación de dormir en su humilde casa.

A la mañana siguiente, ellos se iban a trabajar a palacio y le preguntaron a la chica si tenía donde ir, ella contestó que no. Que no tenía ni casa, ni familia y que se había quedado sola. Los siete sirvientes se retiraron para hablar y le preguntaron si quería quedarse con ellos en su casa. Ella aceptó encantada ya que no tenía ningún otro sitio al que ir, porque a palacio no podía volver.

Mientras ellos trabajaban en palacio, ella se quedó en casa recogiendo, haciendo la comida, y todo aquello cuanto sabía, que tampoco era mucho, ya que siempre había alguien que le hacía las cosas en palacio.
Cuando llegaron los sirvientes de palacio a casa, ya era tarde y estaban cansados, pero blanca quería conocer más sobre ellos, tenían la cena servida, y la casa algo más recogida de como la habían dejado al marcharse a trabajar por la mañana.
Mientras cenaban blanca les preguntaba sobre su trabajo, y el pequeño, el que más se aproximaba a su edad, comenzó a contarle cuáles eran sus funciones en palacio,  unos eran cocineros, otros cocheros, otros se encargaban de la limpieza, de ir al mercado a comprar… cada uno tenía una función asignada, poco a poco blanca fue dándose cuenta de las injusticias que se convertían en palacio.

Pero el reino de sierra morena, cada vez estaba peor, y su rey parecía que estaba más tirano, los sirvientes cada vez trabajaban más y ganaban menos dinero, y comenzaron a pasar hambre, incluida blanca. Esta situación siguió así un tiempo, hasta que tomaron medidas los sirvientes, el cocinero se guarda la comida que se iba  a tirar en palacio para llevarla a casa para poder comer, el que se encargaba de la ropa, guardaba toda aquella que ya no querían e iban a tirar… hasta que un día la madrastra vio lo que hacían, y les acusó de ladrones ante el rey, y éste no tuvo más remedio que encerrar en palacio a los sirvientes que habían robado. 

Blanca les quería mucho, y no quería que ninguno sufriese, por eso, decidió ir a palacio y contarle a su padre el rey, todo lo ocurrido; en el palacio no le dejaban entrar porque la princesa había muerto, y no podían permitir que una simple plebeya entrase en palacio diciendo semejante barbaridad; entonces, buscó otra forma para entrar en palacio; cuando el cochero venía de comprar del mercado, se subió, y se escondió en un baúl lleno de velas. Cuando el baúl estaba dentro de palacio, blanca salió de él, y fue en busca de su padre, con cuidado de no encontrarse con su madrastra. Pero justo en ese mismo instante se cruzaron, y la madrastra reconoció esos rasgos, y rápidamente intentó agredirla, pero blanca se puso a gritar con todas sus fuerzas, y el rey al oír tanto jaleo salió a ver qué era lo que ocurría, y vio a su mujer, agarrando a blanca. 

Pidió explicaciones de lo sucedido, porque no entendía que hacía una chica en palacio, ya que desde la muerte de su hija, la única señora que rondaba por el palacio, era su mujer.

Bianca se explicó tal cual lo había ordenado el rey, y le dijo que era ella su hija, y que no estaba muerta; el rey, al oír esto, le pidió pruebas que pudieran demostrar aquello que decía, entonces, blanca, sacó el colgante de su madre y se lo mostró a su padre. Aún seguía guardado en él su mechón de pelo, y su retrato.

El padre no se creía todo lo ocurrido, y le pidió que le contara todo lo que le sucedió y dónde había estado todo este tiempo; al escuchar que había sido su madrastra la que intentó matarla, ordenó rápidamente su destierro de sierra morena.

La princesa le contó todo lo ocurrido con los sirvientes que tenía encerrados en palacio, y todas las injusticias que sufrían por culpa de su madrastra, que cada vez les exigía más y cobraban menos, hasta tal punto de llegar a pasar hambre, y por eso se llevaban la comida que iba a ser tirada, pero no la robaban; el rey entendió las injusticias que estaban sufriendo los sirvientes de palacio, y de las cuáles él no sabía nada, porque la madrastra era la que se encargaba de eso.

Una vez liberados los tres sirvientes que estaban encerrados, el cocinero, el más pequeño de ellos, se tomó el atrevimiento de pedirle al rey la mano de su hija, y éste aceptó al ver que su hija le correspondía, y permitió que se casasen.

Al día siguiente había mucho trabajo en palacio, ya que se casaba la princesa blanca con el que había sido el cocinero de palacio desde hacía algún tiempo.

martes, 27 de diciembre de 2011

El floclore.

Antes de nada, deberíamos ver que información nos aporta el diccionario, cuando buscamos la definición del término  folclore, es la expresión de la cultura de un pueblo: artesanía, bailes, chistes, costumbres, cuentos... tradicionales de un pueblo.

Durante mucho tiempo hubo confusiones porque se pensaba que un texto folclórico era lo mismo que un texto popular, y no, ya que los textos populares pueden nacer del pueblo y son bastantes conocidos; mientras que los folclóricos, no tienen autor y se trasmiten de forma oral, donde cada individuo modifica y aporta algo diferente al texto.

Los textos folklóricos, no son infantiles a priori, y aunque no sea creados para niños, muchos textos son empleados para los niños, muchas veces deja de ser literatura ganada, para ser literatura impuesta. Por ejemplo el poema del Mio Cid, no es una obra escrita para niños, pero a la hora de emplearla con niños, debemos ver el modo de cómo vamos a presentarla en clase a los más peques.

Pero aunque no son textos infantiles a priori, son adecuados para niños, aunque en muchos casos es necesario hacer adapataciones, ya que el origen de estos textos, era familiar, ya que era para entretener a los más pequeños. Así que todas los textos folclóricos tienen su origen en un lugar concreto y se extienden por transmisión oral hasta convertirse en algunos casos en folclore universal.

Los cuentos antiguamente se trasmitían de forma oral, y se leían en familia, no se contaban con una intención didáctica, sino más bien de entretenimiento, son cuentos más que para ser leídos, contados; de ahí que se mantenga la forma de trasmisión oral.

Los textos orales, una vez que son escritos, tienen la ventaja de que no se perderá, pero un inconveniente es que siempre se utilizará la misma versión.

Cuando los cuentos son escritos se pueden adaptar tantas veces como sea necesario dependiendo de cómo sea el cuento, el público al que va dirigido…

Es verdad que tenemos que tener en cuenta que a la hora de adaptar, muchas veces lo que estamos haciendo no es una adaptación sino convirtiéndolo en otro cuento, entonces el interrogante que se nos plantea es ¿hasta dónde adaptamos?, pues dependiendo de cada caso, si lo que queremos es adaptar un cuento, debemos tener en cuenta el público al que va dirigido, y ver qué es lo más conveniente a la hora de adaptar, si la forma, el contenido...

Como ya hemos mencionado, los textos folklóricos no son escritos para niños, por lo tanto no se tiene en cuenta ni sus gustos, su momento evolutivo, o las características propias de cada niño.

Aunque no sabemos cuándo empezó a crearse la literatura folklórica, lo que sí sabemos es que fue antes de los clásicos de Grecia y Roma.

Los orígenes del cuento folclórico, pueden ser de tipo mitológico, ritual o religioso, astral, historias reales, creencias populares, historias pedagógicas, invenciones al amor de la lumbre…


  • ¿Cómo podemos clasificar los cuentos en la literatura folklórica?

El interés por los textos folklóricos comienza a mediados del siglo XX. La primera investigación realizada sobre estos cuentos la hizo Vladimir Propp;

La investigación era sobre las características formales de los cuentos rusos, lo primero de todo que hizo, fue recoger cuentos de toda Rusia. Propp anotaba todo lo que le contaban en un libro y luego lo hilaba, de esa forma se dio cuenta de las distintas características que presentaban los cuentos, y decidió hacer una clasificación de los cuentos rusos en cuatro categorías.
Vladímir se dedicó al análisis de los componentes básicos de los cuentos populares rusos para identificar sus elementos narrativos más simples; esta morfología del cuento fue publicada e influyó escritores como Claude Lévi-Strauss y Roland Barthes.
Analizó los cuentos populares hasta que encontró unas características similares entre ellos, que creaban una estructura constante en todas las narraciones, y de ahí que haga una clasificación de los distintos tipos de cuentos que puede haber.

VLADIMIR PROPP


La teoría de Propp se basa en un análisis estructural de la morfología de los cuentos:

Mitos: Los mitos son textos de origen religioso. Sirven para explicar al pueblo hechos naturales, sociales o psicológicos. Por ejemplo: en todas las mitologías se ha explicado de algún modo el origen del mundo. Otra característica de los mitos, es que tienen como protagonistas a dioses y héroes de la religión correspondiente.

Un ejemplo es el mito de Cupido y Psique.

Cuentos de animales: Son aquellos en los que los personajes son animales.
Existen distintos tipos de cuentos de animales:

1) Aquellos en los que los personajes representan a personas. En este caso se tratan de cuentos de carácter humorista. Estos cuentos no tienen moraleja, pero lo que sí tienen son enseñanzas sobre la vida.

2) Fábulas: los animales representan arquetipos humanos y siempre tienen moraleja. En este tipo de cuentos se resaltan las virtudes y vicios de los humanos. Las fábulas más antiguas que se conservan, son las de Esopo en Grecia y “El conde de Lucanor” en España.

3) Apólogo: se trata de una fábula, que tiene como personajes los seres humanos. Un ejemplo de este tipo de cuentos sería el cuento de la lechera.

Cuentos de formula: Se trata de cuentos mínimos para contar a los niños. En su mayoría tienen un marcado carácter lúdico.

Ejemplos de cuentos de fórmula son:

“Esto era un rey que tenía tres hijas, las metió en tres botijas y las tapó con pez. ¿Quieres que te lo cuente otra vez?” Se ve claramente que este tipo de cuentos están escritos para jugar con los niños.

Cuentos de hadas o maravillosos: En estos cuentos aparecen personajes mágicos (brujas, hadas, magos…) o animales que hablan con los seres humanos. En ellos pasan cosas imposibles, aparecen seres maravillosos, cosas imposibles como animales que hablan… Un ejemplo sería: Ricitos de oro y los tres ositos.
www.educarchila.cl/medios/892005131431.doc
Propp tras estudair los cuatro tipos de cuentos previamente clasificados, llegó a la conclusión de que todos seguían la misma estructura, donde el protagonista debía enfrentarse a una serie de pruebas.
De forma que en todos los cuentos, el protagonista se encuentra con su familia en un hogar que más tarde abandona por una serie de circunstancias que le rodean, o incluso por decisión propia. coincidiendo normalmente la huida o abandono de su casa con la adolescencia, donde el protagonista se ve sometido a una serie de pruebas, y con ayuda de otros personajes va superando, demostrando su madurez y un aprendizaje en la vida que le lleve a ser considerado adulto; normalmente este momento coincide con el matrimonio del protagonista con uno de los otros personajes.



GIANNI RODARI


Gianni Rodari, clasifica los cuentos folklóricos en:
Cuentos de animales: Al igual que Propp, hace una clasificación en torno a las fábulas y a los cuentos cuyos personajes son animales.

a) Animales salvajes
b) Animales domésticos
c) Relaciones entre hombre y animal
d) Relaciones entre animales salvajes y domésticos

Mágicos: son los cuentos de hadas o maravillosos de Propp, pero también incluye los mitos.

a) Historias de adversarios sobrenaturales
b) Historias de parientes sobrenaturales o embrujados
c) Empresas sobrehumanas
d) Auxiliares sobrenaturales
e) Objetos mágicos
f) Historias de carácter religioso
g) Cuentos de bodas

Bromas y anécdotas: aquí, además de los cuentos de fórmula de los que ya hablaba Propp, e incluye cuentos que pretenden hacer reír.
a) Cuentos del tonto.
b) Cuentos del listo.
c) Cuentos con fórmula o estribillo.

Gianni Rodari además de aportar su propia clasificación de los textos folclóricos en prosa, propuso una serie de técnicas para modificar los cuentos.



SARA C. BRYANT



Sara C. Bryant ha publicado diversos libros centrados en la órbita de la pedagogía infantil.
“El arte de contar cuentos” es su primer libro editado en España.

La clasificación de esta autora estaba guiada por las edades, por lo que establece tres intervalos: de 3-5 años, de 5-7 años y de 7-12 años, o para mayores.


De 3 a 5 años:
aquí encontramos las historias rimadas, las historias con fragmentos versificados, las historias de animales personificados y los cuentos burlescos y cuentos de hadas.

De 5 a 7 años: encontramos textos pertenecientes al folklore (leyendas locales), cuentos de hadas y cuentos burlescos, fábulas, leyendas y narraciones de historia natural.

Para mayores
: incluyó en este grupo los textos folklóricos, las fábulas, los mitos y las alegorías, las parábolas de la naturaleza, las narraciones históricas, las historias reales y las narraciones humorísticas.


También el escritor y psicólogo Bruno Bettelheim trabajó a partir de los cuentos de hadas y analizó la parte simbólica de los cuentos, incidiendo en la idea de Propp de que, en todos los cuentos, los personajes protagonistas pasan por una serie de aprendizajes que les llevan a su edad adulta.

  • ¿En qué géneros podemos clasificar los cuentos folklóricos? 

En este caso, excluyendo a Gloria Fuertes, la poesía folklórica tiene bastantes representaciones, casi todas ellas, ligadas a la música o a los juegos lúdicos.

Hay ejemplos de esta poesía a lo largo de toda la historia.  Las primeras manifestaciones literarias en la 
Península, de poesía folklórica, son las cantigas galaico-portuguesas; iban de boca en boca y de una generación a otra.

En este caso, las cantigas galaico-portuguesas, son canciones, coplillas de amor y desamor, de dolor porque partía la persona amada y no se sabía si iba a volver…

“Un mensaje he recibido,
que viene mi amigo.
E iré, madre, a Vigo

Conmigo tengo un mensaje,
que viene mi amado.
E iré, madre, a Vigo

Que viene mi amigo
y viene sano y vivo.
E iré, madre, a Vigo

Que viene mi amado
y viene vivo y sano.
E iré, madre, a Vigo

Que viene sano y vivo
y del rey amigo.
E iré, madre, a Vigo

Que viene vivo y sano
y del rey favorito.
E iré, madre, a Vigo”.



Como hay mucha poesía folklórica recopilada, vamos a centrarnos en la que, a nosotros nos interesa: la Poesía Folklórica Infantil, que también despierta muy pronto el interés de quienes saben leer y escribir.

La primera recopilación de canciones y poemas para jugar es del s.XVI.

Dentro de la poesía folklórica, la que hay para recitar es poca, porque lo folklórico es lo propio del pueblo y entre la gente del pueblo había poca poesía para recitar. En este sentido la única que encontramos son las oraciones (no el Padrenuestro, ni las oraciones de misa, ni las institucionalizadas por las Iglesias…que también, pero tendrían un autor), sino las que tienen casi más un carácter pagano que religioso. Son aquellas que suelen incluir peticiones y que todos hemos recitado alguna vez. Pongamos por ejemplo dos muy comunes:

“Virgen Santa,
Virgen Pura,
Haz que apruebe
Esta asignatura.”

Además de estas hay otras oraciones cuyo origen no es católico, que son las que se utilizan, para bendecir la mesa, o para antes de dormir… Tenían carácter ritual pagano, y con el catolicismo se hacen ritos católicos. Un ejemplo de éstas es la “oración” que algunos hemos recitado de pequeñitos con nuestras madres o abuelas sentadas al lado cuando nos íbamos a dormir:

“Cuatro esquinitas tiene mi cama, cuatro angelitos que me la guardan dos a los pies dos a la cabeza y la Virgen María es mi compañera y me dice duerme bien descansa y reposa y que esta noche no te pase ninguna cosa”.

podemos distinguir como dijo Pedro Cerrillo, la poesía tradicional de la popular, la poesía popular, es de autor, y se hace muy famosa porque corre de boca en boca, y con el paso del tiempo, se olvida al autor y la metemos en la poesía folklórica, mientras que la tradicional es la folklórica.

El grueso más importante de las poesías folklóricas son las canciones y rimas de juego o de corro.
Como por ejemplo la canción del corro de la patata, a la zapatilla por detrás… son muchas las  canciones que hay, y que no tienen mucho sentido ni coherencia, pero son entretenidas.

“Al corro de la patata
Comeremos ensalada
Lo que comen los señores
Naranjitas y limones
Achupé, achupé
Sentadita me quedé.”

En este caso también el teatro folklórico, sigue la misma forma de tradición oral, que la poesía o el cuento; también pasa de generación en generación de forma oral, la forma más sencilla de esta trasmisión, es representándose las obras, así todos los asistentes serían capaces de reproducirlo posteriormente.

Pedro Cerrillo propone una clasificación de la lírica folclórica infantil en función de la utilidad y del contexto en el que es empleado un determinado texto:

- Nanas o canciones de cuna.
- Adivinanzas.
- Juegos mímicos.
- Canciones escenificadas.
- Oraciones.
- Fórmulas para echar a suertes.
- Burlas.
-Trabalenguas.

Además podemos hablar de los villancicos, las canciones de estación, los refranes o los conjuros.

La temática que sigue el teatro folklórico:
Representaciones religiosas: en semana santa, en muchos pueblos se hacen representaciones de la pasión de Cristo, en navidad sobre el nacimiento del niño Jesús…

Representaciones profanas: pueden ser épicas (mercado medieval, todo el pueblo se viste y se hace una representación); estas representaciones tenían que ver con las distintas épocas del año.

Cómicos de la legua: este es muy típico de España. Los cómicos de la legua nacieron porque había gente que se quedaba sin trabajo y, para vivir de alguna forma, se juntaban un grupo (podía ser una familia), se cogían un carromato e iban por los pueblos haciendo representaciones teatrales. Era gente, generalmente, que no sabía ni leer ni escribir, trabajaban de memoria. Se inventaban un argumento, repartían los papeles, lo aprendían, lo ensayaban y lo representaban.
También podían ir a ver otras representaciones para coger ideas de otros grupos o, incluso, de obras teatrales conocidas. Las obras no eran largas, porque era gente que no estaba preparada (no eran actores) y además todo era de memoria.  Estos grupos se conocían como “Los títeres de cachiporra”.



Los títeres de cachiporra, son títeres de mano, todos tienen el mismo argumento y dependía de los títeres que llevara cada uno y cómo lo enfocaba. Solía ser un chico el protagonista y tenía algo que quería mucho y cuidaba con mucho cariño (perro, vaca, chica….) y de repente aparece un personaje malo (zorro, bruja, lobo,…) que se lleva lo que quiere mucho. Comienza así su búsqueda y a partir de ahí se pide la colaboración del público.
Aunque estos títeres se remontan a la Edad Media, aún todavía siguen existiendo y entreteniendo a los más pequeños.

Es importante resaltar que el folclore acompaña al hombre desde el origen de su nacimiento. El niño antes de saber leer, está expuesto a este tipo de literatura por parte de sus cuidadores. El niño vive el folclore mucho antes de comenzar a leer y escribir, “y durante años, se mete en todas esas manifestaciones anónimas, en las que él mismo participa de muy diversas formas: escuchando, jugando, modificando…hasta el punto de convertirse en un verdadero creador” 
(Gómez Couso, 1993)

Y para terminar, hablaremos del verso, como hemos dicho en los dos géneros anteriores, el cuento folklórico, se trasmite de forma oral, normalmente el narrador se lo sabe de memoria.


Los cuentos folklóricos son anónimos y no tienen una versión fija. Cada nueva narración, incluso aún siendo el mismo narrador, es un nuevo acto de creación, aunque haya unas mínimas diferencias; también se producen variantes dependiendo de la región.

Debemos tener en cuenta que no es lo mismo un texto folclórico que un cuento folclórico; como hemos visto, en la literatura folclórica existen los tres géneros literarios, mientras que los cuentos folclóricos se limitan a la prosa, o al género narrativo; destacando casi siempre personajes planos y sin personalidad propia.

Es importante no olvidar que los textos folclóricos han sido creados a partir de adaptaciones realizadas por diferentes personas que, por su tradición oral, han ido utilizando distintos criterios de adaptación, por eso, es mucho más conocida la literatura folclórica en prosa.

Una vez que hemos hecho la distinción entre los tres géneros, podemos ver la primera recopilación folclórica hecha en España por Rodrigo Caro, que en su obra "Días geniales o lúdicos", hay una gran cantidad de materiales folclóricos que son tratados con gran conocimiento. Siendo esta obra una recopilación de juegos infantiles y adultos, de festejos, supersticiones, creencias, fiestas de toros, costumbres y celebraciones populares.

Aunque esta obra solo circuló en versión manuscrita, destaca por su prosa, digna de los mejores autores de nuestro Siglo de Oro, además la importancia que adquirió hizo que la Sociedad de Bibliófilos Andaluces la publicaran un par de siglos más tarde.

Más tarde, en el S. XVII, al rey francés Luis XVI le gustaba mucho escuchar historias y cuentos, de ahí que mucho autores cercanos a la corte, comenzaran a recopilar y a adaptar cuentos.

Perrault fus un autor que estuvo muy interesado por el folcore de la cultura celta y adaptó cuentos con una intención moralizante, siendo su principal obajetico dirigirse a la corte para qur cambiasen ciertas actitudes y comportamientos negativos, por eso, Perrault tiene una concepción de la vida humanista y concebía cualquier tipo de exceso como algo negativo.

Jeanne - Marie Leprince de Beaumont, fue una recopiladora y escritora francesa, destaca por su colección de cuentos recogidos en la obra de El almacén de los niños, cuya intención era entretener a los jóvenes de la corte a la vez que mostraba en sus historias una serie de enseñanzas implícitas; esta obra destaca por la creación de la versión más conocida de "La Bella y la Bestia", que surge como resultado de la adaptación de una historia anterior sobre la historia de un lobo blanco y de una joven y cuyo final no fue del agrado de Leprince de Beaumont.

Durante el S. XVIII, en Alemania, encontramos a los hermanos Grimm, que desarrollan su obra durante el S.XIX, el interés de los hermanos Grimm fue principalmente recopilar relatos alemanes con un interés conservacionista, ya que su deseo era el de preservar los cuentos alemanes de la manera más fiel posible, esto hizo que los cuentos recogidos tuviesen aspectos que no eran apropiados para los niños, ya que existía una gran persencia de contenidos sexuales o relacionados con la muerte y la violencia; debido a la escasez de libros dedicaos al público infantil, y el título de la obra, "Cuentos para la infancia y el hogar", la recopilación de cuentos de los hermanos Grimm tuvo mucho éxito, y también provocó malestar por los contenidos que presenteba que no correspondían con el título de la misma, ya que supuestamente iba dirigida la obra a un público infantil.
Debido a las quejas que recibió el editor, los hermanos Grimm tuvieron que realizar modificaciones en su obra que suprimieran los aspectos inadecuados para niños de cada uno de los relatos.

Los cuentos de los hermanos Grimm guardaban la misma estructura propuesta por Propp donde se observaba una transición desde la adolescencia hacia la edad adulta por parte del protagonista, y en ese período de evolución era donde llevaba a cabo la superación de las pruebas.

También en el S.XIX podemos hablar de otros autores como Charles Dickens, que hizo una gran cantidad de obras narrativas llenas de humor e ironía donde realizaba una importante crítica social.

En España, hay adaptadores y recopiladores como Cecilia Böhl de Faber, (conocida como Fernán Caballero), que destaca por su obra "cuentos y poesías populares andaluzas" que recoge una gran cantidad de elementos folclóricos de la Andalucía de la época. También el Padre Coloma, realizó una doble tarea de creación y adaptación de cuentos, destacando siempre por su intención moralizante y por trasladar una gran cantidad de obras de ámbito religioso; así que los personaje buenos que ayudaban a los protagonistas, los relacionaba con ángeles de la guarda y a los personajes malos, con el demonio, al que llamó "Pedro Botero". La obra más importante que dejó el Padre Coloma fue la del "Ratoncito Pérez", escrita para el futuro rey Alfondo XIII cuando era niño.

En Dinamarca nos encontramos con Hans Christian Andersen, que es considerado el autor más importante de este siglo en cuanto a literatura folclórica. Destacó por una gran cantidad de creaciones, además de por recopilar historias folclóricas que reescribía y adaptaba en función de la idea principal, en ambos casos, son personajes con taras o defectos, con los que no se siente a gusto y les impide ser como los demás. Además se caracteriza por lo bien que adecua las narraciones al joven lector. Entre sus obras más importantes podemos destacar "La pequeña vendedora de fósforos", "La Sirenita", "El soldadito de plomo" o "El patito feo".

Podemos encontrar distintas variantes de los cuentos folklóricos:

Cuentos maravillosos o de magia: son los cuentos de hadas, son relatos fantásticos en los cuales abundan tanto los personajes como objetos fabulosos (hadas, ogros, alfombras voladoras…).

Cuentos novelescos: transcurren en un mundo real, no fabuloso. Dentro de estos cuentos aparecen relatos de adivinanzas, y de cuya solución habrá un premio o un castigo.

Cuentos religiosos: son aquellos que tienen un propósito moralizador, con distintos personajes como Dios, la Virgen María, santos, el diablo…

Chistes o historietas: son relatos normalmente cortos y humorísticos.

Cuentos de animales: son relatos que suelen ser breve, los animales se comportan como seres humanos e interactúan con ellos en las pocas ocasiones en que éstos aparecen.

Cuentos de fórmula: son aquellos que riman, suelen aparecer una serie de preguntas y respuestas, repeticiones de fórmulas… la gracia no reside en cómo es el relato, sino en cómo se cuenta.




  • ¿Dónde podemos encontrar cuentos folclóricos para los niños?
 Debemos tener en cuenta que los textos folclóricos están pensados para ser leídos por otra persona. Para eso debemos buscar entre todos los libros que hay. También podemos buscar en páginas web como
http://cuentosinfantiles.net/ y otras muchas donde podemos encontrar infinidad de cuentos folclóricos para niños.
 

 Aún así muchas veces nos pasa que encontramos cuentos que aunque son buenos para el público infantil, deben ser adaptados según unos criterios dependiendo de los receptores a los que vaya ir dirigido; también debemos tener en cuenta no hacer una adaptación de una versión que no haya sido previamente muy adaptada.
  • ¿Cómo contar los cuentos a los niños?

 Lo primero de todo seleccionar el cuento que vaya a ser contado a los niños, una vez que hemos seleccionado el cuento, debemos tener en cuenta si tenemos que adaptarlo o versionarlo dependiendo del público al que va a ir dirigido, ya que no es lo mismo leerle el mismo cuento a niños de 6 años, que a niños de 12, esos seis años de diferencia se notan mucho en la evolución de los niños, por lo que estaríamos hablando de hacer distintas adaptaciones o versiones de un mismo cuento, ya que las edades son totalmente distintas la una de la otra.

Y por último debemos tener en cuenta cómo vamos a contar el cuento, si vamos a presentarlo, si no, si vamos a buscar la participación de los niños, o simplemente la escucha activa…  o si vamos a jugar cambiando el cuento, aunque ya lo conozcan, pueden dejar la estructura básica, y modificar la trama.

También a la hora es escoger el cuento debemos tener en cuenta que es mejor  contar cuentos de los que no hayan visto la película, porque si no, no dejan libre su imaginación, ya anticipan todo lo que va a surgir, ya tienen unas imágenes, de lo ocurrido, y no son capaces de hacerse su propia imagen mental de la historia, mientras que si por el contrario, se trata de un cuento totalmente desconocido para ellos, serán capaces de introducirse ellos mismos en la historia, que ellos están diseñando según el cuento.

Debemos tener en cuenta que la persona que lee el cuento debe conocerlo bien, para que a la hora de contarlo consiga trasmitir a los niños de forma natural todo lo que ocurre, como si se tratase de una serie de acontecimientos que vivimos nosotros mismos.
Tan importante es conocer el cuento, como conseguir la atención del emisor a través de gestos, miradas y otras estrategias de comunicación y recursos expresivos. siempre empleando un lenguaje sencillo y adecuado a la edad de los niños.

Además tenemos que tener en cuenta si algún niño muestra poco interés, de manera que pueda desviar la atanción del resto, de esta manera, deberemos dirigirir esencialemente la narración hacia ese niño, y tratar así conseguir de nuevo captar su atención.

Es muy importante también tener un ambiente adeucado a la narración, la iluminación, la ubicación de los niños, la incorporación de algún elemento, actividades previas de relajación... y eliminar aquellos detalles que puedan distraer la atención de los receptores.

 Es necesario insisitir en la importancia de captar la atención de los receptores, con frases cortsa y sencillas que hagan la narración más dinámica, donde no es necesario realizar muchas interrupciones que pueden romper el ambiente creado; es muy importante hablar con tranquilidad y explicar los relatos con entusiasmo, y se consiga captar la atención de los receptores con espontaneidad.


Fuentes:

Simbología de los cuentos folklóricos. (Apuntes).

www.educarchila.cl/medios/892005131431.doc

http://es.wikipedia.org/wiki/Cuento_folk%C3%Berico


http://webs.ono.com/garoza/G5ramontorrijos.htm


http://aprendiendodelosnenes.blogspot.com
http://bib.cervantesvirtual.com/portal/platero/portal/lirica/
http://www.fundiaz.net/folklore/07fiha.cfm?id=2326
http://www.fundiaz.net/folklore/07picha.cfm?id=456
http://www.pepbruno.com
http://www.rlp.culturaspopulares.org/textos/11/07-Hernandez.pdf

Despertando el gusto por la lectura.


Nuestro principal objetivo es buscar estrategias que fomenten la lectura en todos los niveles educativos y también fuera de ellos.

La lectura es una traducción de símbolos o letras en palabras y frases que tienen un significado para una persona.

Para alcanzar madurez en la lectura, una persona pasa por una serie de etapas, desde el aprendizaje inicial hasta la habilidad de la lectura adulta.

         Distintas técnicas que podemos utilizar:


  •       El libro viajero:

Es una propuesta docente dirigida sobre todo a alumnos de primer ciclo de Educación Primaria, la finalidad es escribir un libro entre todos para la biblioteca de aula, contando con la participación de las familias.

Con el libro viajero se consigue que los niños se interesen por la lectura y que vean como ellos mismos también pueden, en colaboración con el resto de la clase, crear un libro.

Este libro tiene forma de maleta, decorada de manera atractiva, que en un primer momento tienen todas las hojas en blanco, que poco a poco son rellenadas en cada uno de sus viajes, durante todo el curso.














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  •           Las fichas de lectura:

En las fichas de lectura que hacemos una vez leemos un libro, podemos anotar con precisión todas aquellas referencias bibliográficas que se refieren a un libro.
En ella podemos sintetizar el tema, seleccionar alguna cita clase, formular un juicio, incluso añadir algunas observaciones.
Según en el nivel de educación que nos encontremos, tendrá más o menos referencias.
Veremos que las fichas serán más complejas a medida que vamos aumentando de curso. 



  •       La dramatización:

La dramatización de un cuento supone, despertar el interés y el gusto del niño hacia la literatura, y la lectura.
Esta actividad nos permite trabajar de forma lúdica, activa y atractiva.

Cuando trabajamos dramatizaciones, estamos trabajando la comprensión y la expresión oral, la estructura temporal y espacial, la capacidad de simbolización, las relaciones sociales y la expresión corporal.









Donde otros ven molinos de viento... ¡¡¡Yo veo gigantes!!!


lunes, 26 de diciembre de 2011

Hay que ponerse en marcha...


Jornadas Culturales Juan Ramón Jiménez.



  Aprender e investigar un tema, no requiere el uso de los libros ni la pizarra como objeto imprescindible; podemos recurrir a otros métodos que adaptados a la educación primaria, pueden ayudarnos a formar a nuestros alumnos de una manera lúdica y significativa; es por ellos que proponemos unas jornadas culturales teniendo como protagonista a Juan Ramón Jiménez.
  Desde la Escuela Universitaria La Salle, se propone a sus alumnos una enseñanza libre, actual y receptora, donde se valora el diálogo y el contraste de valores sociales, proporcionando una formación humanista y de rigor científico, contextualizado y abierto al futuro. Dedicada a la formación universitaria desde hace más de 60 años, forma parte de una red internacional con 350 años de experiencia, presencia en 82 países, 73 Universidades y Escuelas de Negocio y un millón de estudiantes.

  Uno de los lugares en los que La Salle sitúa una de sus centrales es Puerto Rico, país con el que compartimos no sólo nuestra lengua sino también parte de nuestra historia e incluso ideales, es por ello que La Salle Madrid y La Salle Puerto Rico se mantienen en constante comunicación, compartiendo diferentes puntos de vista sobre sus propias experiencias vivenciales.

  Una de las razones por las que llevamos a cabo estas jornadas culturales basadas en la figura de Juan Ramón Jiménez, es la propia visita de nuestros compañeros del colegio de La Salle sito en Puerto Rico, ya que dicho autor español destacó en este cálido país.

   El poeta español Juan Ramón Jiménez ha sido recordado a los 50 años de su muerte en Puerto Rico, país en el que recibió el Premio Nobel en 1956 y en el que fallecieron su esposa y él. Para los académicos puertorriqueños estudiosos de la obra del autor de “Platero y yo”, el legado de este poeta español está profundamente ligado al país caribeño donde vivió sus últimos años.
          

              
  Uno de los mayores legados que dejó Juan Ramón a su muerte, acontecida el 29 de Mayo de 1958, fue la sala Zenobia-Juan Ramón Jiménez de la biblioteca José M. Lázaro de la Universidad de Puerto Rico. Dicha sala alberga una gran colección de libros y muebles, así como el pergamino y la medalla de este Premio Nobel de Literatura de 1956. Asimismo, también cuenta con cartas que poetas noveles puertorriqueños enviaron a Juan Ramón Jiménez, así como libros y revistas que publicó el poeta español y que sólo se exhiben en Puerto Rico.

  Dada la importancia que este autor español tiene en el país de los compañeros que nos visitan, es por lo que proponemos la semana cultural que a continuación describiremos:

  Las jornadas culturales que proponemos, se realizarán a lo largo de una semana, en horario de tarde de 15:30 a 17:30h. Las actividades que se llevarán a cabo, tienen como eje central la persona de Juan Ramón Jiménez, y a través de él abriremos un abanico de posibilidades que nos llevarán a investigar sobre otro tipo de realidades, no todo será fundamentado en la propia literatura. A lo largo de las actividades introduciremos otros aspectos relacionados con las diferentes áreas contempladas en el currículum de la educación primaria.

  Seguidamente, explicaremos las actividades propuestas, divididas por sesiones, donde cada sesión vendrá dada por un día de la semana:



LUNES.- ¿Y QUIÉN SOY YO?


    En el primer día de estas jornadas, nuestra máxima prioridad será explicar a los alumnos el por qué de esta semana cultural. Deberemos motivarles e introducirles en el mundo de Juan Ramón Jiménez, a la vez que les daremos pequeñas indicaciones sobre lo que harán cada día de la semana, de forma que el Jueves puedan tener información guardada de las diferentes actividades realizadas en los días anteriores, y así poder exponerla en nuestra revista “JRJ: de España a Puerto Rico

    Comenzaremos por llevarles al aula de informática y hacer un pequeño juego sobre la historia de Juan Ramón, y su obra principal: “Platero y yo”.

     Les mostraremos una de las webquest que el CEIP San Walabonso en Niebla (Huelva) ofrece a través de la página web de La Junta de Andalucía.

(Fuente: http://www.juntadeandalucia.es/averroes/sanwalabonso/wqyct/webclue3pistas_es.html 
y http://www.juntadeandalucia.es/averroes/sanwalabondo/wqyct/webclue5/pistas es.html.)



  Propondremos que nuestro grupo de alumnos se divida en grupos más pequeños compuestos por 3 o 4 miembros. Cada grupo se colocará en un puesto informático de forma que cuando el maestro lea cada una de las preguntas que forman nuestro juego de investigación, ellos las puedan leer a la vez. Tras dicha lectura, podemos dar un tiempo limitado a nuestros alumnos para que, ya sea a través de los buscadores permitidos en internet, o acudiendo a los libros de la biblioteca, intenten dar respuesta a la pregunta que se les propone.

  Haciendo honor a la obra de Juan Ramón que más importancia tiene para los puertorriqueños, haremos el mismo juego basándonos en preguntas sobre Platero, protagonista de la obra “Platero y yo”.



MARTES.- PONME CARA… ¡Y DAME COLOR!


     Una vez que hemos introducido a los niños en el mundo de Juan Ramón Jiménez y Platero en las actividades llevadas a cabo el día anterior, intentaremos hacer que desarrollen su creatividad e imaginación a través de la siguiente propuesta:

     El maestro leerá el primer capítulo de “Platero y yo” en voz alta mientras los alumnos escuchan e intentan hacerse una representación gráfica de lo que se está describiendo.

(Fuente: http://www.juntadeandalucia.es/averroes/sanwalabonso/wqyct/op_plateroquest/capitulo1.htm)

                
Previamente, se habrá dispuesto en la clase una mesa con toda clase de materiales y útiles entre los que los niños podrán elegir para llevar a cabo la representación de nuestro protagonista; uno de los fines del trabajo que se llevará a cabo es el desarrollo de la capacidad creativa e imaginativa de los niños, así pues, no les pondremos límites a la hora de expresar la representación de su propia imaginación.
                
Al tratarse nuestro grupo de clase de alumnos de 6º de Educación Primaria, y estar representando un animal tan importante en nuestra historia como ha sido el burro, les contaremos cómo este animal nos ayudó en el pasado, y que se está haciendo ahora por él.



MIÉRCOLES.- LA COSA VA DE CALIGRAMAS…


                Esta sesión se verá dividida en dos partes:

    En la primera de ellas, se propondrá a los niños que busquen poemas escritos por Juan ramón Jiménez, a cada uno de ellos les sugerirá el mismo fragmento de una determinada obra, cosas diferentes, así que se les pedirá que hagan un caligrama escribiendo el fragmento del poema elegido. Una vez acabados, podrán formar parte de la revista que organizaremos al día siguiente.

    La segunda parte de esta sesión será dedicada a la elección de la portada de la revista que terminará de fabricarse el próximo día (Jueves). Entre todos los alumnos elegiremos una fotografía de nuestro autor protagonista e intentaremos reproducirla recortando papeles de diferentes colores y distintas tonalidades, llegando a obtener una composición única de nuestra visión del autor.



JUEVES.- JRJ: DE ESPAÑA A PUERTO RICO


    Como ya introdujimos a los alumnos el primer día de estas Jornadas Culturales, el objetivo de recopilar toda la información posible acerca de la persona de Juan Ramón Jiménez y sus obras no es otro que el de organizar un dossier que no sólo nos servirá a nosotros para comprobar cuántas cosas hemos aprendido, sino que servirá al resto de clases para poder aprender quién era Juan Ramón Jiménez.

    Durante esta sesión, decidiremos entre todos en cuantas secciones se dividirá nuestra revista, que formato tendrá y cuáles serán las obras más representativas que daremos a conocer de nuestro autor, no olvidando aquellas que más impacto causaron en Puerto Rico pues en parte, nuestra revista la haremos como pequeño homenaje a nuestro compañeros que vienen a visitarnos.

     De manera optativa, podemos hacer dos ejemplares de nuestra revista de modo que una de ellas la enviemos al colegio de La Salle de Puerto Rico en señal de agradecimiento a su visita.



VIERNES.- JRJ Y SU ROSCO


     Celebraremos el fin de nuestra Semana Cultural reuniéndonos todos los grupos de alumnos participantes en la misma, y llevando a cabo un juego similar al conocido “Pasapalabra”, en el que cada letra será la respuesta a una pregunta concerniente a la vida y trayectoria profesional de Juan Ramón Jiménez, incluso pudiendo hacer alusión a algunas de sus más conocidas obras.












Fuentes:


http://ec.aciprensa.com/l/lasalle.htm

http://www.colegiosdepr.blogspot.com/2008/06/puerto-rico-recuerda-juan-ramn-jimnez.html

http://lavozenlamemoria.blogspot.com/2008/06/puerto-rico-recuerda-juan-ramn-jimnez.html

http://www.juntadeandalucia.es/averroes/sanwalabonso/wqyct/webstoryl/ayuda.htm

Desde nuestros orígenes...


Para conocer, tenemos todos claro que primero tenemos que investigar, y para ello, hemos dado un breve y rápido paseo por la literatura desde nuestros orígenes, hasta la época actual.
Para poder entender cada etapa que ha influido en la literatura a lo largo de la historia, hemos realizado un péndulo, vamos continuamente de un extremo al otro contrario en cuanto a lo que la literatura se refiere, según el movimiento en el que nos encontremos; ya que cada período es totalmente distinto al anterior.

Podemos ver esto a través de un pequeño esquema:

  






Según la influencia que ha recibido cada movimiento, tanto platónico como aristotélico, estará en un lado u otro del péndulo.

Comenzamos este paseo desde la Edad Media
Retrocedemos mucho tiempo en la historia, y llegamos al Siglo IX, cuando nace la Edad Media propiamente conocida, aunque la influencia de este período histórico no va a llegar a España hasta los siglos X y XI. 
Y comienza así la literatura española con las primeras poesías en lengua romance castellano.


Esta época se ve influida por dos pilares fundamentales, el primero de ellos el pensamiento teocéntrico, donde todo gira en torno alrededor de Dios; Dios es el centro de todo; y el segundo pilar fundamental es el carácter feudal y la jerarquía de la sociedad que se da. Esta cultura se ve afectada por el surgimiento de las lenguas romances, el surgimiento de las universidades y por el papel fundamental que desarrollaban los monasterios.


En cuanto a la literatura la obra más antigua que se conoce en romance español y que aún conservamos es el Poema o Cantar de Mio Cid, del S.XII (hacia 1140); además conocemos más obras, pero de autor desconocido, no es hasta finales del S.XIV cuando se comienzan a firmar algunos escritos, se piensa que esto es así por el pensamiento teocéntrico que se tenía, la idea de que todo lo que puede hacer el hombre es por y para gracia de Dios. Entendiendo así que las habilidades de las personas, eran dones que Dios les había regalado.






Aunque se sabe que en la Península hubo manifestaciones anteriores de poesías primitivas, ha quedado poca documentación escrita, y generalmente algunas poesías amorosas cantadas por trovadores, en lengua galaico –portuguesa o en romance castellano, algún villancico y cancioncillas mozárabes, y jarchas; o los cantares de gesta, recogidos por el mester de juglaría o las enseñanzas transmitidas por el mester de clerecía; las obras en su mayoría eran trasmitidas oralmente por juglares y trovadores, eran expresadas en verso, ya que era mucho más sencillo para la gente recordarlas.






En cuanto a la temática, hay mucha variedad, ya que se narran las propias historias que acontecen en el pueblo, como pueden ser cantos al triunfador, canciones de bodas, fiestas y juegos, canciones infantiles… pero las más numerosas son las que hablan de amor, lamentaciones de la amada por la separación de su amado, o temas religiosos donde Dios es el centro de todo; en cada obra se ve el reflejo de la sociedad feudal de la época.


Algunas de las obras y autores más importantes como el Cantar del Mio Cid, la obra Milagros de Nuestra Señora de Gonzalo Berceo, el Libro del Buen Amor de Juan Ruíz, la Celestina escrita por Fernando de Rojas, o las Coplas el maestro don Rodrigo, (compuestas por Jorge Manrique, dedicadas a su padre al morir).




Si seguimos avanzando un poco más a lo largo de la historia, llegamos al Renacimiento, que comienza en España en el S.XVI, donde se vuelve al clasicismo grecolatino y a una mentalidad antropocéntrica de la sociedad, donde el ser humano, es lo más importante y el centro de todo; el centro del arte para evitar de nuevo el teocentrismo, y se vuelve a los dioses de la antigüedad clásica. Entendemos así por humanismo, el movimiento intelectual, filosófico y cultural donde se toma al ser humano como elemento fundamental de la creación y pretende su formación íntegra en todos los aspectos de la vida.

Se rompe así con la concepción anterior que se tenía en la Edad Media, donde Dios era el centro de todo. Y la sociedad feudal da paso al surgimiento de la burguesía, (una clase media, culta y formada generalmente por militares.

En este período se pretende marcar unas reglas y unos cánones establecidos para cualquier aspecto de la vida, rompiendo con la concepción platónica medieval establecida por el movimiento anterior hasta ahora,  y adoptando una concepción más aristotélica basada en la lógica y en la creación de normas.

En cuanto a los temas, varían, ya que ha cambiado totalmente la mentalidad de un momento histórico a otro, ahora el hombre es el centro del mundo, y los poetas cantan al amor humano, la naturaleza, los hechos guerreros, y también tratan temas filosóficos y políticos.

Los temas principales que se tratan en este momento de la historia fundamentalmente son el amor, la naturaleza,(que comienza a buscarse en ella la perfección, evocando paisajes idealizados y más tranquilos), la mitología y la historia, aunque también es importante destacar la idealización de algunos textos medievales de tema épico o el sentimiento religioso que se ha despertado en la segunda mitad del S.XVI.

Los escritores del renacimiento adoptaron modelos de la antigüedad clásica. Entre los autores renacentistas españoles importantes podríamos hablar de Cervantes, Garcilaso de la Vega, Fray Luis de León, San Juan de la Cruz o Lope de Rueda.
Aún así la obra más significativa de este momento histórico, es de autor anónimo, La vida de Lazarillo de Tormes y de sus fortunas y adversidades, dando inicio así a la novela picaresca.







Poco a poco a medida que avanzamos, cambiamos de un lado a otro del péndulo, y volvemos al teocentrismo con el Barroco, que no es otro, que el siglo más importante de la literatura española, y se da en s. XVII. Durante este siglo se da un fenómeno cultural que invade el campo de las artes; aunque ya a finales del s. XVI comienza a observarse un cambio en el Renacimiento.

Es una época marcada por los contrastes basados en la libertad del individuo y por una el pensamiento teocéntrico, basado en una religiosidad (que en ocasiones es falsa), que provoca un gran temor a la muerte y un claro pesimismo antes la vida.

Estéticamente el Barroco se caracterizó, por la complicación de las formas y el predominio del ingenio y el arte sobre la armonía de la naturaleza. Los escritores barrocos recargan el estilo para conseguir mayor belleza o significación, y siguen dos movimientos diferentes: el culteranismo y el conceptismo.

Ambas corrientes surgen por la necesidad de algunos poetas de innovar y renovar el lenguaje poético del Renacimiento. Son opuestas, mientras que el culteranismo fijaba y concedía mayor importancia a la forma, el conceptismo se preocupaba más por el contenido.

Góngora es el principal representante de los escritores culteranos, se le da importancia preferentemente a la forma, utilizan metáforas, cultismos, abusan del hipérbaton y utilizan sólo el verso.
Y Quevedo como principal representante de los escritores conceptistas, que ponen más énfasis en el fondo, en el significado de las palabras, y estas pueden significar varias cosas a la vez. Se utilizó en el verso y en la prosa.

La literatura barroca refleja el sentimiento de la época, encontrando una literatura profunda y pesimista donde se puede observar la desesperanza y desilusión por la vida, además de una literatura festiva e irónica que deja en evidencia las ganas de disfrute de cada segundo como si fuera el último.

Si hablamos de las obras más destacadas del siglo de Oro, debemos mencionar las obras escritas por Miguel Delibes, “El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha” y “El ingenioso caballero don Quijote de la Mancha”, y otras obras que, también han tenido una gran trascendencia en la literatura española, como “El burlador de Sevilla de piedra” o “Fuenteovejuna”.







Volvemos de nuevo a poner como centro de todo a la razón humana, estamos adentrándonos en el Neoclasicismo, conocido también como el siglo de las luces, que llega a España en el
s. XVIII, se ve unido al movimiento cultural e intelectual conocido  como la Ilustración, tratándose de una época que se caracteriza por una mentalidad racionalista y puramente objetiva de una sociedad que pretende resolver cualquier problema o dificultad a través de la razón humana.

Esta etapa es también conocida bajo el nombre del Siglo de las Luces, se caracteriza también por la vuelta a una concepción aristotélica y al ensalzamiento del clasicismo grecolatino que, como en el Renacimiento, sirve de fuente de inspiración.

Como viene pasando desde el principio de la literatura a lo largo de la historia, el movimiento neoclásico se vuelve al otro lado del péndulo, se centra en el ser humano y rechaza cualquier idea que no se pueda explicar a través de la razón; deja de lado todo pensamiento teocéntrico a un lado y establece una mentalidad totalmente antropocéntrica en la que el ser humano es el principal protagonista.

Surge una gran preocupación por la educación y por la máxima difusión del conocimiento, y la literatura comienza a extenderse por toda la sociedad, se busca un estilo más práctico y menos recargado; surgen los primeros periódicos aunque las fábulas son las que están normalmente escritas en verso.

Además el Neoclasicismo da preferencia a la razón frente a los sentimientos, e impone reglas a las que se deben ajustar las obras literarias; por esta razón se abandonó bastante la producción lírica.

Se rechaza lo imaginativo y lo fantástico, no se escribe para entretener, sino para educar. La literatura neoclásica tiene un carácter crítico, didáctico y moralizador; recurre a temas históricos, de reforma social o de progreso y avance científico.

Destacamos en el teatro la vuelta a la regla clásica de las tres unidades básicas, y la separación clara y radical de la tragedia y la comedia.

Entre los autores del neoclasicismo destacan Iriarte y Samaniego, Gaspar Melchor de Jovellanos, Benito Jerónimo Feijoo, Leandro Fernández de Moratín, Meléndez Valdés, Félix María Samaniego o José Cadalso; entre las obras escritas las más importantes son “El sí de las niñas”, “Cartas Marruecas”, “El delincuente honrado” y otras muchas.



También podemos mencionar la enciclopedia “LÉncyclopédie ou Dictionnaire raisonné des sciences, des arts et des métiers” que, aunque no forma parte de la literatura española, es muy importante en el s. XVIII.




En estos mismos instantes volvemos el tiempo atrás y nos imaginamos que estamos en el Romanticismo, es una época en la historia española con diversos movimientos políticos y sociales, y es difícil entender los distintos cambios que se suceden en la literatura de este siglo.

Este movimiento nace a mediados del s. XIX, donde el escritor pone de manifiesto sus sentimientos; hay un giro radical, mientras en el neoclasicismo la verdad era igual a la belleza, para el Romanticismo sólo la belleza es la verdad. Tienen una actitud idealista que no corresponde a la realidad que los rodea.

Los escritores románticos toman como modelos los más apartados de los clásicos: la literatura medieval, el Romancero, la Biblia, el pasado histórico… en la poesía se revaloriza el romance, surgen nuevas estrofas y los poetas combinan a su gusto versos y estrofas, mientras que en el teatro se mezcla la prosa con el verso, lo trágico con lo cómico y no se busca que el fin de la obra sea didáctico o moralizador, sólo pretende trasmitir sentimiento, conmover al espectador, despertar en él entusiasmo, terror, tristeza…

En el Romanticismo, el autor hace que prevalezcan los sentimientos sobre la razón, se ponen de manifiesto las emociones más íntimas de uno mismo, de esa forma se entiende que tengan prioridad la tanto la melancolía, como la desesperación.
Y la lírica es su género preferido a la hora de componer.

Entre los temas más característicos del romanticismo podemos destacar: la naturaleza, donde muchas veces el paisaje se considera como un elemento muy importante en la obra, es una naturaleza que conecta con los sentimientos, por eso busca ambientes nocturnos, ruinas de castillos medievales, noches tormentosas…

Además de la naturaleza, el poeta busca evasión en lo lejano, cuando crea, y para ello la Edad Media va a ser su inspiración, tanto para el arte como para la literatura, de forma que renacen las leyendas medievales, los cuentos de hadas… lo exótico se manifiesta también cuando hablan de la España musulmana.

Resurge lo popular, la vuelta a una época lejana conlleva el resurgimiento de la cultura medieval, el Romancero y las leyendas épicas se convierten en fuente de inspiración tanto para la poesía como para el teatro.

El tema del amor se idealiza considerando a la mujer como una persona que lleva a Dios. El amor se considera como un principio divino. A le vez que se ve a la mujer como alguien angelical, también los hombres la ven como una perdición, y la propia destrucción del hombre.
Como por ejemplo el Canto a Teresa que hace José de Espronceda.



Entre los autores más importantes del romanticismo, destacamos a Larra, José de Espronceda, José Zorrilla, Gustavo Adolfo Bécquer.




Y con el Realismo, llegamos a la mitad del péndulo, este movimiento es una reacción contra el movimiento anterior, basado en el uso de la razón y del conocimiento científico.

A partir de la segunda mitad del s. XIX se consolida la burguesía como clase dominante, y los autores hacen llegar sus obras también a esta clase social, con un lenguaje más coloquial, basado en ambientes reales, cotidianos o cercanos al lector.

En esta época la mentalidad del autor hizo que se mostrase en todo momento la forma real de las cosas, y la trasmisión de ideas de una forma objetiva, de esta forma los autores realistas se  dedicaban a describir con un lenguaje adaptado, intentando en todo momento trasmitir la mayor autenticidad y credibilidad posible; todo esto fue posible gracias a la libertad de expresión, y la libertad de prensa, que se dio en esa época, tras la Constitución.

Uno de los objetivos que se plantean es intentar acabar con todos los aspectos subjetivos, fantásticos, o sentimientos que se alejan de lo real, el autor hace un retrato riguroso de lo que observa; y en cuanto a los novelistas, denuncian los defectos y males que afectan a la sociedad y ofrece al lector soluciones para acabar con ellos, cada autor muestra según sus ideas lo que es para él un mal en la sociedad.

Los temas más característicos en esta época son todos los que giran en torno a la sociedad y a la realidad del propio lector, destacando los conflictos de la sociedad y del individuo, la vida matrimonial, las infidelidades, el contraste entre los valores tradicionales de los entornos rurales y los nuevos valores, o la defensa de los ideales.

Los autores más característicos de este movimiento con Benito Pérez Galdós, Juan Valera, Leopoldo Alas Clarín, Vicente Blasco Ibáñez… y entre las obras más representativas de la época son “La Regenta”, “Fortuna y Jacinta”…

















A finales del s. XIX y principios del s. XX surgen distintos movimientos que pretenden estimular los sentidos a través de la libertad de expresión; esta época, conocida como las Vanguardias, es también conocida como la época de los “ismos”.

Entre las vanguardias que más influyen en España, está el “Modernismo”, que es conocido como el grupo de personas que se oponían a las novedades, y que pretendían romper con los esquemas del Realismo.

El modernismo trata de recuperar las raíces y los aspectos estéticos básicos de la época romántica; los orígenes del mismo, están asociados con la publicación de la obra “Azul” compuesta por Rubén Darío; conocido éste como el autor máximo representante del Modernismo literario.

Los autores modernistas se encierran en sí mismos, en sus propios sentimientos y experiencias y crean un mundo interior que les permite evadirse de la rutina y del mundo rural, y de todo cuanto sucede; de ahí que los autores modernistas se centran en temas como pueden ser: la soledad, la angustia, la melancolía, la evasión ha épocas pasadas como el Romanticismo… utilizando un lenguaje simbólico y sugerente y figuras literarias como la sinestesia o el hipérbaton.

Además de estos, hay otros temas bastante destacados en esta época que pretenden reivindicar la cultura española frente a los valores de la civilización norteamericana.

Entre los autores más destacados de este movimiento, se encuentran Rubén Darío, Juan Ramón Jiménez, Manuel Machado, y entre las obras más importantes están “Azul”, o “Platero y yo”.






En cuanto a La Generación del 98, se dio de forma simultánea al Modernismo español, y los escritores de esta época tienen una gran preocupación por la posible decadencia de España; de ahí que los autores tengan una gran preocupación por los acontecimientos políticos, morales y sociales  de la época, como la realidad personal que cada uno vive.

Entre los escritores que integraban este movimiento destacan: Azorín, Baroja, Unamuno, Antonio Machado y Maeztu. Aunque también se puede citar a Valle Inclán y Jacinto Benavente, los temas fundamentalmente trataban sobre la vida cotidiana de ellos mismos, y las situaciones y experiencias reales por las que pasaban.

Las obras de esta época destacaban porque describían una España distinta la que amaban, de la que realmente contemplaban; el estilo que predominaba era sencillo, sincero y expresivo.

Entre las obras de este movimiento destacan “Niebla”,  “El árbol de la ciencia”,  “Soledades”, o “Campos de Castilla”. O Ramiro de Maeztu que enumeraba los engaños que dominaban a España.











    



Durante los primeros años del s. XX a partir de 1927, surgen una serie de escritores que son conocidos como la Generación del 27, año en el que se celebró el tercer centenario de la muerte de Góngora.

Los escritores que integran este movimiento son: Federico García Lorca, Rafael Alberti, Gerardo Diego, Jorge Guillén, Dámaso Alonso, Miguel Hernández, casi todos de la misma edad y con una formación similar; se unifican mucho más loa escritores de la G. del 27 que los de la G. del 98, debido a la Residencia de Estudiantes de Madrid como núcleo de enlace.

Todos ellos tienen una gran admiración por el Barroco, y por la concepción platónica de la vida, en la que se vuelven hacia su propio interior y muestran una preocupación existencial, cada autor se vio influido de una forma u otra por el modernismo u otros movimientos vanguardistas, y en todos ellos se ve que prevalece la libertad artística.

Los temas más tratados en este movimiento son aquellos que están relacionados con los sentimientos del hombre, su mundo interior, la inquietud ante los problemas cotidianos, o temas sobre la patria, tras la guerra civil y el exilio de muchas de los autores.

Algunas de las obras más características de esta época son el “Romancero Gitano”, “La casa de Bernarda Alba” o “Donde habita el olvido”.






El siguiente escalón del péndulo es La Posguerra, tras la guerra civil, existen distintas generaciones de escritores que se ven muy condicionados por la censura del régimen, aunque podemos distinguir tres etapas muy distintas, todas ellas comparten una concepción aristotélica.

Las etapas distintas que podemos ver las podemos clasificar en la literatura existencial que es tratada durante los años 40 y 50, la literatura social de los años 50 y 60 y una literatura ya más experimental desde los años 60 hasta los 70.

En la década de 1940, se utiliza n lenguaje duro y una narración en primera persona, describiendo situaciones de extrema dureza, con personajes marginados oprimidos o violentos, que suelen encontrarse en espacios como pueden ser la cárcel, el hospital…

Los temas más tratados en esta primera época están relacionados con la angustia tras la guerra, o la preocupación existencial, donde podemos destacar la obra de “La familia de Pascual Duarte”, escrita por Camilo José Cela.

En la siguiente década que le sigue, en 1950, se da una literatura ya más social que pretende reflejar la realidad tal y como es, y denunciar las injusticias cometidas a través de una narración en tercera persona, con un lenguaje sencillo, tratando de llegar así al mayor número de receptores posibles; podemos hablar a “La colmena”, escrita por Camilo José Cela, “El camino”, de Miguel Delibes, “Pido la paz y la palabra” de Blas de Otero, o “El Jarama”, de Rafael Sánchez Ferlosio.

Por último la década de los 60, donde se da una renovación importante del estilo, buscando una mayor elaboración del lenguaje poético y uniendo la temática relacionada con los problemas sociales, u otros muchos temas como pueden ser la reflexión sobre el paso del tiempo, el amor o la amistad. En esta década vuelven a destacar los autores Miguel Delibes y Antonio Buero Vallejo.
De esta época nos quedan grandes obras literarias pertenecientes a esta década como “Cinco horas con Mario”, de Miguel Delibes, o “Tiempo de silencio de Luis Martín Santos.






Y para terminar este recorrido por la literatura española, desde nuestros orígenes hasta la época actual, terminamos con la literatura de los años 70, que es la última etapa de nuestro péndulo.

Esta época se caracteriza por una libertad total donde se sientan las bases de la literatura española actual; ésta literatura se va marcada por la muerte de Francisco Franco en 1975 y por la abolición de la censura, que va a permitir a los autores expresarse libremente, sin tener que preocuparse por la libertad de expresión a la hora de componer sus obras.

La novela se va a convertir en el género más importante de esta época, y los autores empiezan a escribir prácticamente sobre cualquier tema, adaptando la forma de escribir de cada autor según su propia forma de ver la realidad.

Los autores más destacados y las obras más importantes de este período, donde vuelve aparecer Miguel Delibes con su obra “Los santos inocentes”, Eduardo Mendoza con “La verdad sobre el caso Savolta” o Gloria Fuertes.



Una vez que podemos dar por concluido nuestro repaso de la literatura española desde nuestros orígenes hasta ahora, podemos ver cómo la literatura ha ido de un lado al otro del péndulo según los distintos movimientos que se han ido dando, marcados según el lado en el que se encontraban unos y otros por unas características similares.



Ya hecho este repaso, debemos aprender cómo aplicar y hacer uso de la literatura perteneciente en cada época para que en un futuro pueda ser puesta en práctica con nuestros alumnos, debemos aprender a utilizar todo este legado literario que nos ha dejado con el paso de los siglos, de forma que seamos capaces de trasmitirles a los niños y hacerles sentir el gusto por la lectura.


Y ahora ¿Cómo hacer para que toda esta riqueza literaria llegue a nuestros alumnos?, pues lo podemos hacer de distintas formas, y escojamos el camino que escojamos, puede ser igual de válido tanto uno como otro.


-   ¿Pero qué podemos hacer para que sea atrayente para los niños?

Podemos presentar una obra literaria determinada, hablando sobre ella y animando a que la lean.

Seleccionar fragmentos o textos de obras concretas.

O bien buscar adaptaciones de determinadas obras para niños.

En cualquier caso, lo más adecuado sería combinar la presentación, la selección y la adaptación de textos en función de las características propias de la obra, la edad, los gustos de los niños, las peculiaridades del grupo, o los propios objetivos marcados por el profesor con respecto a la obra.


-   ¿Cómo lo seleccionamos y lo adaptamos para nuestros alumnos de primaria?

Cuando hablamos de seleccionar nos estamos refiriendo a escoger un fragmento en particular con el que vamos a trabajar a partir de él, para ello, debemos tener en cuenta las características del texto que queremos resaltar, y luego tenemos que ver como lo vamos a adaptar.

A la hora de adaptar un texto, debemos tener en cuenta la edad o las características, y siempre implica modificar; para ellos debemos tener en cuenta una serie de criterios, objetivos y las características del receptor y los requisitos especificados.

Podemos encontrar distintos tipos de adaptación:

-  La traducción, es de las adaptaciones, la más ligera, y se hace imprescindible para poder llegar a difundir un texto.

-  Para cambiar de género, por ejemplo poner en verso alguna historia ya existente.

-  Para hacer una actualización lingüística, cuando nos encontramos con un texto escrito en castellano antiguo, tendremos que adaptarlo, ya que nuestros alumnos no sabrán actualizarlo.

-  El resumen, aunque no es una adaptación propiamente dicha, podemos encontrar muchos libros infantiles que son un resumen de la versión original.

-  Una adaptación de los contenidos, cuando no debemos explicar cosas de manera muy explícita, como por ejemplo cómo cortejaba Don Juan Tenorio a las doncellas.

-  La adaptación del contenido y la forma, además de adaptar el contenido, podemos adaptar la forma, el lenguaje utilizado para explicar los contenidos, para que sea un lenguaje más cercano a los niños.

-  Hacer fragmentos o recreaciones, es un recurso muy utilizado en bachillerato y la ESO donde se ponen fragmentos reales, resumidos y adaptados de una misma obra, para que el alumno pueda comprar.



Cuando hablamos de selección, nos referimos a seleccionar una parte en concreta de algún texto determinado para poder trabajar con los niños, mientras que cuando hablamos de adaptación, nos estamos refiriendo a la modificación de un texto siguiendo distintos tipos de  criterios, según unos objetivos y requisitos previamente establecidos dependiendo de los receptores.

Ambas opciones, tanto la selección como adaptación de textos, son recursos muy útiles para acercar las obras a los niños, teniendo en cuenta una serie de factores, como son la edad, los gustos, el desarrollo evolutivo, las características particulares del grupo…

La adaptación de una obra está bien que sea realizada cuando los niños son pequeños, ya que entenderá mucho mejor la obra, al haber sido hecha más sencilla y entretenida para ellos.

Todo esto nos lleva a plantearnos si al modificar un texto puede o no perder su esencia; pues aunque cambiemos la forma, si no cambiamos el contenido, el significado será el mismo. No podemos pretender que los niños del primer ciclo de primaria entiendan de la misma forma que los del tercer ciclo, el Quijote. Deberíamos adaptar la forma del texto, aunque no los contenidos.

Para concluir, estamos todos de acuerdo que para que a los niños les atraigan las obras que van a trabajar, deberíamos de presentarles lo que a continuación van a trabajar, seleccionar y adaptar los textos según las características de la obra, la edad, los gustos, el grupo en sí y los objetivos marcados.

Entre todas las obras que podemos encontrar en cada uno de estos movimientos, podemos trabajar con los niños con obras como el "Cantar del Mio Cid", "La vida de Lazarillo de Tormes y de sus fortunas y adversidades", "El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha" y "El ingenioso caballero don Quijote de la Mancha", poemas como "La canción del Pirata",  fábulas como "Platero y yo"...

Para terminar señalar que el Romanticismo y las vanguardias son quizás las dos épocas más interesantes ya que aportan a la literatura gran cantidad de obras adecuadas para el público infantil.


Fuentes consultadas:

http://www.lenguayliteratura.org

http://www.slideshare.net

http://www.bibliotecasvirtuales.com

http://www.euskalnet.net

http://www.rinconcastellano.com