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jueves, 29 de diciembre de 2011

¿Qué aprendemos?


Siempre nos preguntamos para qué sirve lo que estamos aprendiendo, qué sentido tiene, que utilidad… y pueden ser tantos los interrogantes que nos hagamos…como las respuestas que hallemos.

A raíz de lo que hemos podido aprender en este bloque, hemos ido viendo como antiguamente los cuentos más que tener un carácter moralizador o didáctico, su función básica era de entretenimiento. Tenían contenidos más fuertes, se contaban las cosas a los niños sin tantos tapujos como se les cuenta ahora, porque antiguamente no era preocupación de los padres que los niños se diesen cuenta de la realidad tal y como era a una edad temprana; no se les escondía las cosas, el tema del amor detalladamente contado, la muerte… nada de nada, en cambio ahora cada vez nos preocupa más que a los niños se les hable de esos temas… porque son pequeños, se les pueden crear traumas… y un largo etcétera.

Por ejemplo los cuentos folclóricos clásicos que todos los niños de hoy en día conocen, sufren grandes adaptaciones hasta llegar a ser el que consideramos como original y apropiado para contar a los niños, ya que los cuentos originales nos parecen en muchísimas ocasiones cuentos que tienen una gran cantidad de contenidos inadecuados para la edad de los niños, y para el público al que va dirigido.

Para hacer buenas adaptaciones, que no es fácil muchas veces ceñirte a un patrón determinado, puedes estar pensando en hacerlo de una forma, y al final te acaba saliendo de otra forma totalmente distinta a cómo te lo habías imaginado…

Lo que siempre debemos tener en cuenta a la hora de adaptar los cuentos son las necesidades de nuestros niños, el público al que va dirigido, ya que una adaptación varía dependiendo de las características que presenten los niños como puede ser la edad, u otras tantas características.

Debemos tener siempre en cuenta que un cuento no debe sufrir muchas adaptaciones, es decir, que no es recomendable, que de una adaptación que se ha hecho a un cuento original, ésta sufra otras dos adaptaciones más, porque acabaríamos cayendo en no adaptar, sino modificar el cuento.

A la hora de adaptar los cuentos debemos tener siempre en cuenta, que todos siguen una estructura similar, los cuentos representan el paso de la niñez a la vida adulta, en esa niñez, se encuentran en el núcleo familiar, donde se le protege de esa inocencia infantil y del peligro exterior.

En un momento determinado el personaje debe abandonar el núcleo infantil, huir de casa, marcharse, y a partir de ahí vive aventuras, miedos…. Hasta que llega a la vida adulta.

Durante este bloque hemos visto la cantidad de hadas, duendes, gnomos... que nos rodean y hasta dónde nos han llevado a través de la fantasía y la ilusión con la que hemos conocido distintas historias y hazañas de rayes, bandoleros, princesas, madrastras, bestias...
Con estas historias tan fantásticas, hemos podido ver que tampoco está tan lejos la ficción de la realidad, ya que muchas veces te metes tanto en la historia que te crees que las aventuras y los personajes que te rodean son reales.

Hemos aprendido cómo debemos contar los cuentos, y cómo una historia parece más interesante cuando es leída por otros, o simplemente descubrir una historia diferente que parte de un guión ya conocido, como el cuento contado en clase, Blancanieves y los siete bandoleros, que te atrae, que quieres saber más, y qué ocurre en cada momento...

Para realizar una buena adaptación debemos tener en todo momento muy presente la estructura del cuento para mantener los puntos clave de la historia intactos, para no modificar la historia radicalmente, porque si no, estaríamos en vez de adaptando el cuento, creando un cuento nuevo.

Para eso también es muy importante tener en cuenta cuáles son los motivos de los cuentos, por ejemplo en el caso del cuento de Blancanieves, el motivo es de fuga y persecución, tienen que irse corriendo de su casa porque la madrastra le persigue.

A mí personalmente me ha costado pensar cómo podía hacer la adaptación del cuento ya adaptado presentado en clase, porque dudas si estás adaptando, si es correcto, si no lo es, si estás dejando sin modificar el esquema o patrón principal del cuento… por tantas razones…

 Para terminar tenemos que tener en cuenta que unas historias que parecen más interesantes que otras, que suelen parecer más interesantes también cuando son leídas por otros, por eso nunca debemos perder esa tradición de contarles a los más peques las historias como nos las contaban a nosotros cuando éramos pequeños.

Y por último resaltar la importancia que tiene tanto para los niños como para los profes estar en continuo aprendizaje, ya que es importantísimo para nuestra futura labor como docentes, formarnos pero no sólo nosotros como docentes, sino también como niños que debemos ser a la hora de enseñar, ser capaces de retroceder el tiempo atrás, aunque sea difícil, y buscar qué es lo que les puede gustar, ponernos en su pellejo, por eso, debemos ser como niños, y no olvidar que nosotros también lo fuimos.

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