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martes, 17 de enero de 2012

Si me gusta, no me gusta....

¿Qué podemos hacer para que alguien 
se sienta atraído por la lectura?

Pues bien, para empezar yo creo que podríamos fijarnos primero en nosotros mismos, y analizar la propia atracción que nosotros sentimos por la lectura, tanto si es mucha como si es poca, de qué manera nos la intentaron trasmitir a nosotros, y qué podríamos tomar como ejemplo, o qué podríamos mejorar.

El tema de motivar a los niños a la lectura, no es una tarea fácil, y debe ser una tarea tanto de los profesores, como de la familia; lo importante de todo esto, es que sean los propios niños los adquieran el gusto por la lectura.

Muchas veces caemos en enfocar la lectura desde el punto de vista lúdico, es decir, que ya estamos planteando desde el primer momento que se están leyendo el libro en qué vamos hacer, o cómo vamos a enfocarlo de manera que los niños se puedan sentir atraídos por ese libro en concreto; aunque es verdad que ayuda mucho proporcionar juegos que animen a la lectura, muchas veces éstos no tienen los resultados esperados, ya que esto no despierta el propio interés de cada uno por la lectura, más bien por lo que viene después, es decir, el juego, la animación…
Esto no quiere decir que esté mal enfocar la lectura a un fin lúdico, pero sí que busquemos sacar el mayor partido posible a las actividades lúdicas propuestas, con un fin u objetivo concreto, como puede ser mejorar la comprensión.

De esta forma, entendemos que para trasmitir al niño el gusto por la lectura, no podemos quedarnos únicamente en enfocar la lectura con el fin de realizar luego actividades lúdicas, sino que debemos buscar estrategias con las que los niños sean capaces de poco a poco ir forjando el gusto por la lectura, que lo vean como algo entretenido, como un hobby, y no como algo impuesto en el cole, o en casa.

Debemos tener en cuenta que es bueno dedicar un tiempo en el aula para la lectura en grupo, que es otra forma de trabajar con los niños, les estimula y les enriquece mucho; además luego podemos realizar talleres de lectura, donde interaccionan unos con otros.

Las actividades muchas veces facilitan que los niños se introduzcan en la propia historia, para saber lo que leen.

A lo largo de la historia las cosas van cambiando, como los métodos de lectura, antes se creía más conveniente que era mejor leer siempre en voz alta, y esto suponía un nerviosismo innecesario para el niño; ahora además de la lectura en voz alta, también hay momentos para la lectura cada uno de forma individual, que trabaja más la lectura comprensiva

Un problema que lleva viniendo ya desde muy atrás son los propios libros que se elijen para las lecturas obligadas de cada trimestre. Son libros elegidos por el profesor en función de los gustos de los niños, pero que luego no tienen el éxito deseado en los niños, y después de leerlos, deben hacen unas actividades para que quede constancia de que se los leído; al final suponen lecturas para el niño, que no despiertan su interés.



Entre que suelen ser lecturas aburridas, e impuestas, muchas veces ni se las llegan a leer, y poco a poco cada vez más es menor el número de niños que leen; también porque en casa no se les trasmite muchas veces el gusto por la lectura, o muchas veces se les compra libros que no sabemos si les gustan o no, y debemos tener en cuenta también en casa cuáles son sus gustos, para acertar a la hora de comprar un libro.

Al principio cuando los niños están aprendiendo a leer no es muy importante si son libros que les gustan más o que les gustan menos, sino que tienen que ser libros sencillo de leer y que el niño le coja interés a la lectura.

El gusto por la lectura debe nacer de cada uno, debe ser algo natural, como preferir jugar al parchís o a la oca, que siempre hay preferencias, pues lo mismo ocurre con la lectura, siempre habrá niños a los que les guste leer y niños a los que no.
Por eso también es muy importante que el niño sea quien elija qué va a leer.

Debemos tener en cuenta que para trasmitir el gusto por la lectura a los niños, y a desear aquello que es deseable, es muy importante de qué manera lo hagamos, bien por obligación que no suele traer muy buenos resultados, bien por razón de uno mismo, por elección propia, o por el mero juego que se puede realizar a partir de la lectura.

Muchas veces tanto desde el colegio como desde casa, se comete el grave error de meter prisa en los ritmos que el niño lleva a la hora de leer un libro, y la falta de refuerzos positivos que hacen que muchas niños acaben odiando la lectura.

Cuando realizamos actividades de animación a la lectura buscamos unos objetivos y unas características para que éstas sean motivadoras y despierten el interés de los niños.

Siempre hay que tener en cuenta la edad de los niños, y por tanto sus posibles gustos, y así ver qué tipo de animación podemos hacer.
Normalmente a los más peques todavía les gusta mucho jugar, por lo que podemos tratar de hacer juegos lúdicos pero no centrando la actividad en el juego, sino en la comprensión lectora del libro.


Para trabajar, debemos ver qué actividades podemos hacer, para eso, podremos hacer una lluvia de ideas, sobre las distintas actividades que podemos hacer dependiendo de los objetivos previamente marcados.


Cuando leemos debemos incidir en la importancia de saber lo que leemos, y así comprendemos de manera global la lectura.

Cada persona interpreta el texto de una forma diferente, según unos criterios, unos conocimientos previos… todos los aspectos influyen a la hora de interpretar las cosas que uno lee.
Como tan importante es reflexionar y ver las conclusiones que se pueden sacar al final de cada lectura.

En mayor o menor medida, las actividades de animación lectora desarrollan la imaginación del lector; muchas de ellas no buscan sólo la diversión, sino que a través de la diversión se pueda aprender cosas, se enriquezca el lenguaje, de manera que el alumno tenga mayor vocabulario a la hora de expresarse.

La animación a la lectura la podemos hacer con actividades antes de la lectura, durante, o después de la lectura.

Lo primero de todo, el profesor debe haber leído la obra y realizar un guión a seguir, los objetivos, las pautas que le ayuden a seguir el esquema… de tal forma que la realización de actividades de cara a la animación de la lectura estén previamente preparadas, para su posterior puesta en práctica, siendo éstas flexibles teniendo en cuenta los posibles cambios que se pueden dar a última hora. 


  • Las actividades anteriores a la lectura, están enfocadas para acercar el libro y el tema a los niños.

Las actividades previas a la lectura, son importantes para atraer, y despertar el interés de los alumnos; además debemos tener en cuenta que cada uno hace unas interpretaciones distintas dependiendo de sus conocimientos, experiencias, características personales…

Estas actividades pueden estar enfocadas para ofrecer al niño toda la información necesaria para comprender la obra de la forma más completa posible, así como enfocar la obra brevemente desde el tema que será el principal.

Podemos proponer actividades como realizar una historia encadenada, a partir de un breve resumen que se les hace del argumento, los niños deben continuar la historia, sin saber como lo hace la original.

Como ésta podemos hacer un montón de actividades previas a la lectura del libro, esta puede ser una buena actividad, ya que les intrigará saber cómo ha quedado su historia, y cuánto se parece a la original, o si es totalmente diferente…



  • Actividades que podemos realizar durante la lectura, a la mitad de la lectura del libro, más o menos, podemos hacer actividades en grupo, donde los alumnos hagan predicciones de aquello que puede ocurrir en el resto de la obra que todavía no han leído, podemos observar como hay infinidad de historias, y todas pueden estar bien relacionadas con lo leído hasta ahora, pero dependerá cada uno de los seguimientos de la obra, según las distintas características de cada uno. Sus gustos, sus conocimientos sobre el tema principal del cuento… por eso, es importante también justificar el camino que ha tomado la historia. 

Una de las activdades que pueden realizar mientras se desarrolla la lectura del libro, el profesor adopta el papel del autor, y los niños le preguntan cosas sobre la creación de los personajes, las acciones, el tema principal, en qué se inspiró cuando escribió el cuento...


  • Actividades posteriores a la lectura, una vez finalizada la lectura, podemos hacer muchos tipos de actividades.

En este caso las actividades pueden ir más enfocadas a la interiorización de los contenidos, que sean capaces de relacionar la historia con el contexto en el que ha trascurrido. 

Dar su opinión acerca del libro, aportando sus razones porque les ha gustado o porque no. Qué mejorarían, que cambiarían…

Una actividad que igual está muy bien realizar con los alumnos, es ponerles en una situación semejante a la del protagonista, donde tengan que ser ellos mismos los que elijan el camino que van a seguir, las decisiones que tienen que tomar…

También se les puede dar la opción de escribir un final alternativo si ese no les ha gustado.


Para cerrar este bloque de contenidos debemos tener en cuenta la importancia que le debemos dar, porque para poder acercar a los niños a la lectura, y trasmitirles el gusto por ella, nosotros mismos debemos dar ejemplo, somos nosotros los que debemos trasmitir esa pasión por los libros, ese enriquecimiento a la hora de leer, esa sensación de sentirnos que estamos dentro de la propia obra, que la vivimos como si fuésemos un personaje más de ella.
Si no, si ni nosotros mismos somos capaces de despertar eso en nosotros mismos, mucho menos en los propios niños, será un esfuerzo en vano.




Fuentes consultadas:

Documentos de clase, de la profesora.
http://www.animalec.com/
http://www.cuadernointercultural.com/materiales/lectura/animacion-a-la-lecturaescritura/
http://www.juandevallejo.org/lectora.html
http://www.monografias.com/trabajos38/comprension-lectora/comprension-lectora.shtml
http://cvc.cervantes.es/ensenanza/biblioteca_ele/asele/pdf/13/13_0228.pdf

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